Maru Pardal: «Los militantes del PP somos los primeros que sentimos vergüenza por la corrupción»

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

GALICIA

La nueva secretaria general de las Nuevas Generaciones Europeas cree que los populismos, el euroescepticismo y el terrorismo son problemas que la UE debe afrontar «de forma coordinada»

01 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Maru Pardal (Cambados, 1986) acaba de ser elegida, por unanimidad, como nueva secretaria general de las Nuevas Generaciones Europeas. Su elección estaba cantada, puesto que fue fruto de una candidatura única en la que cristalizó «mucho trabajo realizado durante mucho tiempo». Pardal nos atiende mientras se prepara para volver a España desde la ciudad croata de Dubrovnik.

-¿Cuáles van a ser los retos que tendrá que afrontar desde su nuevo cargo?

-En los próximos dos años, nuestro objetivo principal va a ser hacer la organización más cercana a la gente y, por supuesto, trabajar duro en la campaña de las elecciones europeas. Este es un momento complicado. Tenemos que restaurar la confianza en la clase política, y reforzar la identidad europea.

-La verdad es que, en estos momentos, la idea de Europa parece desdibujarse.

-Efectivamente, cada vez crece más el euroescepticismo, que se traduce en el crecimiento de los movimientos de extrema derecha y de extrema izquierda.

-Para muestra, Francia y el ascenso de Le Pen.

-El auge de los movimientos populistas responde a la sensación de falta de seguridad que tienen los ciudadanos por el terrorismo, las crisis de los refugiados y la falta de un abordaje a todas estas cuestiones de forma coordinada. Por eso surgen los extremismos de Le Pen, pero también de Trump en Estados Unidos. Responden a esa sensación de miedo y ante eso, hay que trabajar para garantizar la seguridad de forma conjunta. Si no lo hacemos, seguirán creciendo quienes se aprovechan de esa situación, sea Le Pen en Francia o Podemos en España...

-Esa comparación puede levantar ampollas...

-Bueno. Pero los dos son formas de populismo.

-Ha mencionado la crisis de los refugiados. ¿Por qué está fallando Europa?

-Estamos ante una crisis migratoria de tal gravedad, que la respuesta tiene que darse de manera conjunta. La UE ha intentado abordar esta cuestión entre los 28 -bueno, ahora 27- pero no todos han sido capaces de asumirlo. Yo creo que la solución no pasa por construir muros, sino por protegernos de manera coordinada.

-¿Protegernos?

-Sí, protección de nuestras fronteras, dando seguridad a nuestra gente sin olvidar que la solidaridad es uno de los valores de la Unión Europea, y que tenemos el deber de ayudar a quien lo necesita.

-El «brexit» es otro de los grandes asuntos que van a cambiar la UE que conocemos.

-Desde luego. Hay quienes piensan que el brexit es el principio del fin de la UE, y hay los que pensamos que el Reino Unido siempre ha pertenecido a la Unión de una forma diferenciada, y que su salida tampoco debería tener más impacto del que debamos darle.

-¿Los jóvenes gallegos que están en el Reino Unido deben preocuparse?

-Por desgracia, parece que la primera ministra, Theresa May, quiere una salida dura de Europa, cuyas consecuencias se verán a largo plazo y que creo que serán más desempleo, más tasas, más descontento... En estos momentos, los jóvenes gallegos en el Reino Unido tienen motivos para sentirse amenazados.

-Habla usted de la crisis política y de la necesidad de recuperar la confianza. Pero cada día sale a la luz un nuevo caso de corrupción.

-La corrupción no es cosa de un partido, es algo que sacude a toda la sociedad y, al ser el Partido Popular un partido tan numeroso, nos sacude también. Pero los militantes del PP somos los primeros que sentimos vergüenza y rabia cuando sale a la luz un nuevo caso de alguien que se ha metido en política no con intención de trabajar para mejorar la sociedad, sino de sacar beneficio propio. En estos momentos, es evidente que la corrupción es una gran preocupación para los ciudadanos.

-¿Y cómo se reconquista la confianza perdida?

-Se está trabajando mucho. Y ahora lo que hace falta es calle, calle, calle. Tenemos que empezar desde abajo e ir desmontando esa idea que se ha extendido de que la clase política forma una especie de ente que se ha colocado por encima de la sociedad en vez de formar parte de ella.