Los sanitarios gallegos sufrieron 226 agresiones por pacientes a lo largo del 2016

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El Sergas extenderá en el 2017 a todas las áreas el botón del pánico que permite alertar desde un móvil

28 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los episodios de violencia verbal, gestual o física hacia los profesionales de la sanidad gallega aumentaron en el 2016 un 31 % en relación al 2015. El Sergas registró 226 incidentes, que afectaron a 244 trabajadores. Pese al considerable aumento, las cifras de agresiones, al ser bajas en relación a los treinta millones de actuaciones sanitarias que se llevan a cabo cada año en los hospitales y centros de salud, son muy variables. En el 2014, de hecho, se comunicaron 244 episodios, que tras bajar en el 2015 han vuelto a repuntar.

Más llamativa es la gravedad de las agresiones. Si en el 2015 tres de cada cuatro fueron verbales o gestuales, no físicas, el año pasado este porcentaje bajó al 64 %, lo que implica que casi cuatro de cada diez fueron físicas. Eso sí, desde la Consellería de Sanidade aseguran que todas estas agresiones fueron leves, y que ha mejorado el sistema de registro, por eso se recogen más.

Otro dato importante es que las actitudes violentas e incluso las agresiones físicas se dirigen mayoritariamente hacia las trabajadoras. De los 244 profesionales agredidos en el 2016, el 77,5 % fueron mujeres. En el 2015 este porcentaje subía al 80,6 %.

La Administración sanitaria ha puesto en marcha varias medidas para evitar la conflictividad en los centros sanitarios. Por un lado se ha creado el Observatorio de Violencia no Contorno Laboral, mientras que en el año 2010 se implantó en los centros de salud un sistema de aviso a través de una aplicación informática que permite que el profesional que sufre uno de estos episodios de violencia pueda alertar a sus compañeros.

Esta herramienta implantada en los centros de atención primaria se ampliará con el programa Acude, que pronto estará en todos los hospitales y ambulatorios de la comunidad. Se trata de una solución software para comunicar una situación de riesgo y que permite al sanitario alertar aunque no esté en la consulta delante de un ordenador. Es decir, que el trabajador puede alertar a través de otros dispositivos electrónicos, como un móvil, lo que permite dar la voz de alarma, por ejemplo, incluso en una visita domiciliaria.

El sistema se probó de forma experimental en el complejo hospitalario de Ourense, en O Salnés y en un centro de salud de Vilagarcía. El Sergas ha asegurado que este año comenzará su implantación en todas las áreas sanitarias de Galicia.

¿Pero son muchos 226 incidentes de violencia, aunque la mayoría no sean físicos? La realidad es que las situaciones tensas son muy superiores a las que se comunican. Ana Boedo es la vicepresidenta de la Asociación Galega de médicos de PAC. Admite que la agresión verbal, si se ciñe a la definición, es muy frecuente «pero a veces incluso entiendes que la situación es desbordante para el paciente, aunque eso no lo justifica». De hecho, asegura, entre los compañeros ni siquiera se comentan estas situaciones si no van a más, «a no ser que tengas que llegar al punto de avisarnos entre nosotros, y en estos casos yo por ejemplo dejo al paciente en la consulta y me voy», explica.

Los insultos o las faltas de respeto vienen tanto de los pacientes como de los acompañantes, y lo que sí reconoce la vicepresidenta de la asociación de médicos de puntos de atención continuada es que ahora mismos cuentan en sus ordenadores con un botón de alarma que permite que los compañeros reciban un aviso si alguien está siendo agredido verbal o físicamente en la consulta.