El Gobierno prorroga la bonificación fiscal al empleo en el turismo

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

GALICIA

CÉSAR TOIMIL

Sindicatos y patronal creen que ese incentivo a la contratación tiene un impacto muy reducido en Galicia

18 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el 2017, en tramitación parlamentaria para su aprobación, incluye prorrogar un ejercicio más -y será el tercero- un incentivo fiscal para reducir la acusada estacionalidad del empleo en el sector turístico, que dispara las contrataciones durante la temporada alta y los despidos durante la baja. Así, el Ministerio de Empleo bonificará el 50 % de las cuotas que el empresario abona a la Seguridad Social por sus empleados -fijos discontinuos- en los meses de febrero, marzo y noviembre. Para una base de cotización de 1.200 euros, supondría un ahorro total de 680 euros, 226 cada mes.

La medida comenzó a aplicarse en el 2015 y sufragó la mitad de las cotizaciones empresariales de marzo y noviembre, mientras que el año pasado se amplió a febrero, lo mismo que está previsto para este ejercicio, en el que los abonos correspondientes se realizarán con efecto retroactivo por la demora en la aprobación de los Presupuestos.

Este incentivo pretende fomentar el mantenimiento del empleo en el sector turístico (incluyendo comercio y hostelería vinculados al turismo) más allá de los meses fuertes, con los de verano como apogeo, pero, consultados ayer al respecto, sindicatos y patronal del sector coincidieron en destacar que su impacto en Galicia es residual.

«No se contrata por incentivos»

«En hostelería no se contrata por los incentivos fiscales, aunque vengan bien», sostiene el presidente de la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería de Pontevedra (Feprohos), César Sánchez Ballesteros. Explica su afirmación argumentando que, por mucha bonificación que el empresario reciba para mantener a un empleado más allá de la temporada alta, es imposible hacerlo si no hay actividad para sostener el negocio. «Aunque en otras zonas turísticas sí se pueda extender más la temporada, en Galicia es más corta. La realidad es que aquí los contratos fijos discontinuos no funcionan porque la gente tiene que vivir todo el año, no solo los seis meses de la temporada», añade.

El contrato fijo discontinuo, que es el que bonifica el Gobierno, funciona como un temporal pero con las características de un indefinido, de forma que el trabajador tiene empleo estable pero solo determinados períodos al año.

De la misma opinión es Ramón García Seara, gerente de Hostelería Compostela, que subraya que, pese a los incentivos, la temporalidad seguirá siendo muy grande. «En Santiago, por ejemplo, hay una enorme diferencia entre los seis meses de temporada alta y los seis de baja. Incluso con bonificación, si no hay demanda, estás generando un gasto», apunta.

Desde la óptica sindical, la secretaria de empleo de CC. OO. en Galicia, Maica Bouza, también coincide y remacha que «las bonificaciones no son determinantes para decidir si contratar o no». Insiste en que, por sí solos, los incentivos no garantizan el mantenimiento del empleo y reclama otro tipo de medidas.