El Clúster Turismo de Galicia teme que el alquiler por habitaciones con el dueño en la casa genere competencia desleal

Susana Acosta
S. ACosta REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Considera que la Xunta debe aclarar la exclusión del decreto de viviendas turísticas de aquellos inmuebles en los que se alquilen habitaciones por cortos períodos de tiempo

13 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente del Clúster Turismo de Galicia, Francisco González, considera que la Xunta debe aclarar la exclusión del decreto de viviendas turísticas de aquellos inmuebles en los que se alquilen habitaciones por cortos períodos de tiempo si el dueño vive en la casa. Y pide que no se beneficien de los canales propios de la industria: «No podrán utilizar los portales ni los canales turísticos de comercialización, ya que se someten a una acción comercial privada. De lo contrario, juguemos todos al mismo juego», asegura tras dejar entrever que pueden crear una competencia desleal: «El sector tiene una serie de gastos que a veces hacen inviable el negocio. Es abrir las puertas y empiezan a entrar inspectores y a hacerse controles. Pedimos lo mismo para todos. Parece que el lobby no es hotelero», indica.

Para González, esta modalidad de alquiler no debería poder anunciarse «ni en Booking ni en agencias de viajes». Y sobre si ve bien que se oferten en portales como Airbnb responde: «Pero ¿qué es Airbnb? ¿Es una plataforma turística? ¿Es una red social? Habrá que dejarlo claro», dice.

Derecho privado

La Xunta aclara que esta modalidad de alquiler no entra en el ámbito de competencias de turismo, al regirse por el derecho privado. Y que, al no tratarse de una estancia turística, no podrá ofertarse como tal ni en canales exclusivamente turísticos.

Por lo tanto, queda fuera de la regulación turística, lo que se traduce en que esta modalidad se podrá utilizar libremente, al contrario de lo que sucede con los alquileres por habitaciones sin el dueño en el inmueble. Estos tendrán que establecerse como pensiones.

Airbnb, la plataforma de alquileres vacacionales, celebra la decisión de la Xunta. Y explica que en las reuniones mantenidas siempre constató una actitud positiva «por ambas partes». Aclara que se encuentra a la espera de recibir una nota por escrito «que clarifique la situación para todos nuestros anfitriones». Y les recuerda a sus usuarios que «verifiquen si cumplen con las normativas locales».

Asimismo, la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga) indica que a la vista de lo publicado y a la espera de una notificación oficial, consideran una «buena noticia» que se permita este tipo de modalidad; aun así siguen defendiendo el alquiler por habitaciones en todos los casos.

El Concello de Santiago envía cartas informativas a los afectados por la suspensión de licencias turísticas

Con el fin de frenar la proliferación de establecimientos hoteleros en sus diferentes modalidades, el Concello de Santiago ha impuesto un veto a su apertura en el casco histórico que se prolongará durante dos años, hasta el 2019, período en el que el gobierno local de Compostela Aberta estima que estará aprobada y en vigor la revisión del plan especial que habrá de ordenar y establecer los diferentes usos de ese ámbito. Para informar sobre la suspensión de licencias, el Concello está remitiendo estos días a los promotores de alojamientos turísticos afectados cartas explicativas de esta decisión con la notificación de apertura de un plazo de dos meses, desde la recepción de la carta, para consultar el expediente y presentar las alegaciones que los perjudicados consideren oportunas.

La suspensión de licencias turísticas, aprobada en junta de gobierno local el 25 de noviembre pasado, se ampara en la Lei do Solo para determinar automáticamente este procedimiento que pretende limitar los alojamientos de carácter temporal, lo que afecta a establecimientos hoteleros, hostales, viviendas turísticas, albergues y actividades de residencial comunitario (no universitario). Los últimos establecimientos que pudieron abrirse son los que recibieron las licencias antes de la moratoria decidida por el equipo de Martiño Noriega en diciembre del 2015 y que estuvo vigente hasta la modificación puntual del plan especial. Se estima que en Santiago hay medio millar de apartamentos turísticos.

Esta suspensión de licencias, para cuya aplicación Compostela Aberta se inspiró en la iniciativa similar de Ada Colau en Barcelona, fue muy criticada por el sector turístico compostelano, que considera que el problema no radica en que la planta hotelera sea excesiva, sino en atraer demanda turística y conseguir una mayor duración de la estancia en temporada baja.