Protegió a una maltratada del acoso del exmarido y ahora ella lo denuncia por un wasap

e. v. pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

La mujer, natural de Ucrania, denunció a Alberto P. de acosarla a través del envío de mensajes para que volviese con él

11 abr 2017 . Actualizado a las 10:42 h.

El vigués Alberto P. pasó este lunes la noche en los calabozos sin poder creerse las vueltas que da la vida. Paradójicamente, él había protegido a su actual novia de un exmarido acosador y ahora ella, natural de Ucrania, lo denuncia a él por el mismo delito. Lo acusó de acosarla a través del envío de mensajes de WhatsApp para que volviese con él. El implicado salió este lunes libre del juzgado de violencia sobre la mujer a la espera de que declaren compañeros de trabajo de la denunciante. «Ahora yo soy el acosador, me pregunto si lo que le hacía el exmarido era verdad. Ahora me la jugó a mí, estará buscando otra víctima», lamentaba el vigués. En el juzgado, una hija insistió en que su padre era inocente y la magistrada rehusó dictar la orden de protección a la denunciante.

Todo empezó hace cinco años, cuando la ucraniana huyó de Portugal para librarse del supuesto acoso y amenazas de su exmarido luso, con el que tenía una hija. El vigués, con dos hijas adolescentes en casa, la apoyó en todo, la cobijó con la niña y se ofreció a adoptarla, y testificó en los juicios contra el exmarido. Planeaban casarse en septiembre, una vez arreglado lo del divorcio. Ellos mismos contaron su historia a la prensa porque la novia vivía «con miedo» después de que una amiga portuguesa fuese asesinada por machismo en el 2015 en Vigo.

La ruptura llegó hace quince días. «Éramos felices pero ella cambió el chip», dijo ayer Alberto. Según cuenta, su novia se empleó en un bar y él la iba a esperar. La semana pasada, la abuela materna se llevó a la niña y la ropa. Su prometida ni fue a comer y el vigués le preguntó cuándo iría.

«Di la cara por ella y me dejó por WhatsApp. Me dijo en un mensaje que no quería volver más. Le pedí explicaciones y me denunció. Mostró los wasaps como prueba». Siguió una riña en el bar con patadas a una mesa que dio una hija por nervios.