Las órdenes de protección por la violencia machista crecieron un 8 % en Galicia en el último año

Aumentan las denuncias por maltrato, crecen también las órdenes de protección concedidas y, durante el 2016, se redujeron de siete a tres el número de víctimas mortales por violencia machista en Galicia. Estos son los trazos gruesos del informe sobre la violencia doméstica en la comunidad relativo al año pasado, que ayer presentó en comisión parlamentaria la secretaria xeral de Igualdade de la Xunta, Susana López Abella.

Uno de los ámbitos en los que se produjo una amplia progresión en la lucha contra esta lacra es en el incremento de las órdenes de protección a víctimas del maltrato. Un total de 1.693 mujeres solicitaron amparo judicial, y de estas solicitudes se autorizaron 1.134, lo que representa un 8 % más que en el año 2015. El margen de órdenes denegadas, que en el año 2013 eran cuatro de cada diez que se pedían, se acota cada vez más, de tal forma que en el 2016 se desestimaron el 32,9 %, es decir, prácticamente tres de cada diez demandas.

Sin denuncias previas

López Abella destacó durante su intervención que ninguna de las tres mujeres asesinadas en Galicia en el 2016 a manos de sus parejas o exparejas había presentado una denuncia por maltrato, por lo que carecían de medidas de protección. Añadió que la Administración gallega continuó con su determinación en personarse como acusación en todas las causas, algo que solo logró con el caso del asesinato de Ana María Enjamio, en Vigo, pues en el que tocó a Santiago el asesino se quitó la vida y en el tercero, ocurrido en Becerreá, la familia de la víctima no dio su consentimiento. En total, la Xunta está personada actualmente en trece procedimientos judiciales por violencia machista.

Otro de los indicadores que reflejan la evolución de este problema en Galicia es el número de denuncias por maltrato, que sigue creciendo. En el año 2016, un total de 5.683 mujeres denunciaron ser víctimas de la violencia machista, lo que supone un 4 % más respecto a las 5.210 denuncias del año anterior. En la provincia de Pontevedra es donde más denuncias hay (2.210), seguida de A Coruña (2.193), Lugo (691) y Ourense (589)

Los grupos de la oposición aprovecharon sus intervenciones en el debate para reclamar más medios para luchar contra la violencia contra la mujer, con refuerzos de personal en los juzgados especializados, como demandó Olalla Rodil (BNG). María Pierres (PSdeG) pidió que se indague más en las motivaciones de las mujeres al denunciar, para poder darles más apoyo, mientras que Paula Quinteiro (En Marea) dirigió su discurso a censurar el escaso compromiso de la Xunta con las políticas de igualdad.

Sanidad se reúne con las telefónicas para que usar el 016 no deje huella en el aparato

Hacer una llamada al teléfono contra el maltrato, el 016, no deja ningún rastro en la factura, pero hasta ahora sí queda constancia en el teléfono, ya sea el fijo (si es digital) o el móvil. Las usuarias del servicio tienen que borrar de forma manual el registro de la llamada en la pantalla de «llamadas enviadas», pero este gesto puede tener los días contados.

Después de que el diputado de EAJ-PNV Joseba Andoni Agirretxea preguntase en el Congreso qué se ha hecho para solucionar este problema, la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, anunció que hoy mismo se reunirá con fabricantes de teléfonos y compañías operadoras para buscar una salida que proteja más a las mujeres víctimas de violencia machista.

La ministra explicó que la empresa Bq les comunicó «una posible solución» para eliminar el registro de la llamada en el terminal a través de la «actualización del software». Montserrat reconoce que la lucha contra la violencia doméstica «atañe a toda la sociedad». Otro asunto que también se mejorará en el servicio del 016, dijo la ministra, es la comunicación vía Internet y la accesibilidad para las personas con discapacidad auditiva.

Pregunta del SUP

Por otra parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha pedido información al Consejo de Policía del Ministerio de Interior sobre el funcionamiento de la nueva Unidad Central de Atención a la Familia y Mujer. Según la organización profesional, hay problemas de personal, como ocurre en Pontevedra, donde un solo agente protege a unas 40 mujeres víctimas de maltrato que tienen orden de alejamiento de su agresor. El número de casos de protección asignados a cada agente es una de las cuestiones que quiere saber el SUP, pero no la única: grado de implantación de la unidad, a nivel central y periférico; la reorganización del personal de las anteriores unidades; los complementos retributivos actuales y los que se barajan para el futuro; las previsiones de modificación de productividad; el plan de formación de la unidad y la convocatoria de vacantes.

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