Vigo, Carballo, As Pontes y Padrón contarán con planes contra las riadas

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

CONCHI PAZ

Medio Ambiente licitará la redacción en abril y tomará como modelo Caldas de Reis

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los municipios de Padrón, Vigo, Carballo y As Pontes contarán con un plan específico contra las riadas cuya redacción se licitará en el mes de abril. El trabajo permitirá identificar con detalle las áreas de riesgo de inundación de los ríos Ulla, Lagares, Anllóns y Eume a su paso por las respectivas localidades. Así lo adelantó la conselleira de Medio Ambiente en una jornada técnica celebrada en Santiago en la que distintos organismos abordaron los avances en la limitación de las consecuencias de las inundaciones. Beatriz Mato Otero explicó que el plan diseñado para el Umia a su paso por Caldas de Reis servirá de modelo para estos municipios, a los que seguirán otros señalados en el mapa de riesgos fluviales y costeros de la demarcación Galicia-Costa, aprobado en el 2015, y que supone la inversión de 68 millones de euros hasta el 2021 en intervenciones en cauces, programas de mantenimiento y restauración hidrológica y forestal.

La redacción de los planes, que costará 519.000 euros, llevará asociadas soluciones integrales para los problemas concretos de dichas áreas, con el fin de prepararlas, protegerlas y recuperarlas en el menor tiempo posible ante fenómenos naturales inevitables que ocurrieron y seguirán sucediendo, según constataron los participantes en la sesión.

Los avances en el trabajo de prevención y la coordinación de las administraciones fueron las dos ideas defendidas por Roberto Rodríguez, director de Augas de Galicia, quien ejerció de moderador y que adelantó que dentro de un año comenzará a trabajarse en el plan hidrológico 2022-2027: «Son procesos que exigen una revisión y actualización permanente de estudios y mapas», advirtió Rodríguez.

En Galicia hay en la actualidad 207 zonas con riesgo potencial de inundación, de las que 168 pertenecen a áreas fluviales y 39 a costeras. Sin embargo no se trata de una comunidad de alto riesgo de siniestralidad para las aseguradoras, según indicó Alfonso Nájera, del Consorcio de Compensación de Seguros, quien señaló que el nivel de incidencias y reclamaciones es mucho más alto en la cuenca mediterránea. Nájera afirmó que cuando los ciudadanos cubren pólizas no suelen tener presentes los efectos de una inundación, y sin embargo ocho de las diez indemnizaciones más costosas para el organismo adscrito al Ministerio de Economía tuvieron que ver con riadas.

Por su parte, Roberto Arias, subdirector xeral de Xestión do Dominio Público Hidráulico de Augas de Galicia, defendió el papel de los ríos, «que muchas veces son los malos de la película», y reclamó una concienciación urbanística hacia los cauces similar a la que se ha conseguido con los vertidos.

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, cerró la jornada técnica incidiendo en la necesidad de dar más pasos para elevar el nivel de coordinación entre los agentes públicos y privados relacionados con la gestión del agua y llamó a evitar «duplicidades» en las emergencias, que a su juicio son «una garantía de fracaso».

Prevenir, proteger, resistir, ponerle sentido común y, después, reclamar

La jornada reunió en Santiago a expertos en planeamiento, responsables de emergencias y también del sector de los seguros, que perfilaron algunas actuaciones recomendables en caso de ser víctima de una inundación. Entre otras conclusiones, recomendaron a los ciudadanos conocer si sus propiedades tienen riesgo de inundación a través de protección civil o del sistema de cartografía y su herramienta «Visor Cartográfico». En caso de vivir en una zona delicada sugieren ubicar en lugares seguros los objetos valiosos o importantes e invertir en carpinterías impermeables. Si se produce una alerta, preparar un plan de emergencia familiar y poner en marcha medidas de protección temporales. Durante la inundación, sentido común ante los riesgos innecesarios y evitar las corrientes. Solventado el peligro, valorar los daños y solicitar la indemnización al Consorcio de Compensación de Seguros.