El sector inmobiliario detecta la llegada de grupos dedicados a ocupar viviendas

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

José Pardo

Colocan a inquilinos ilegales y cobran incluso a los dueños por devolverles sus casas

23 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cerca de un tercio de las viviendas construídas en Galicia están sin uso. La gallega es una de las comunidades con mayor porcentaje de viviendas vacías de España y eso la hace potencialmente atractiva para la ocupación de hogares, un fenómeno que el sector inmobiliario gallego comienza a ver con preocupación, en especial en el caso de A Coruña, Vigo, Ourense y Santiago.

La voz de alarma se ha suscitado entre las empresas del sector tras constatar que ha llegado ya a Galicia una avanzadilla de grupos organizados que se encargan de localizar viviendas vacías, asignarles ocupantes e incluso cerrar el círculo cobrando a los propietarios para poder recuperarlas sin nadie en su interior.

«Conocemos ya casos en ciudades gallegas de mafias que introducen a gente en las viviendas vacías para que las ocupen», afirma Benito Iglesias, presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias, que considera el problema de la ocupación como «complejo» y sin la legislación suficiente para evitar «que los okupas sean los que estén protegidos por la ley».

Iglesias está convencido de que hechos como el sufrido por Antonio Vázquez en A Coruña van a generar una notable preocupación, especialmente entre la emigración que destinó sus ahorros a comprar una vivienda en alguna ciudad gallega para dejarla a sus descendientes o como inversión de seguridad en su país de origen y que pueden pasar más de un año sin volver a ellas.

«La cultura de la propiedad es muy alta en Galicia, y por eso tan solo una de cada diez familias se ha decantado por el alquiler», explica el representante de las agencias inmobiliarias argumentando el porqué de tal volumen de viviendas vacías, para añadir que no se opta mayoritariamente por alquilarlas en aras de conservarlas.

El presidente de la patronal inmobiliaria considera que no se puede afirmar que la ocupación sea un problema grave en Galicia, «pero están surgiendo casos». Señala que los grupos organizados, que, apunta, no tienen base estable en la comunidad, «empiezan a llegar». Indica que los casos de ocupación de viviendas se repiten cada vez con más frecuencia desde hace dos años.

Empresas inmobiliarias consultadas y que prefieren mantener el anonimato por temor a la acción de dichos grupos, refrendan la información de la llegada de «mafias» que tanto colocan a ocupantes en pisos vacíos a cambio de dinero como también recuperan para sus propietarios la vivienda, igualmente a cambio del pago de una cantidad negociada. Santiago ha sido en los últimos meses escenario de esta última negociación para recuperar una casa, apuntan, certificando que tras el pago la vivienda fue abandonada por las personas que la habían ocupado de manera ilegal.

La Federación Galega de Empresas Inmobiliarias apunta que la policía puede desalojar sin orden judicial una vivienda ocupada ilegalmente en las primeras 48 horas del allanamiento, si los agentes logran entrar en su interior. El cambio de cerraduras o testimonios y pruebas de los ocupantes de que llevan más de dos días en su interior suelen paralizar el desalojo y abrir la vía judicial, activando la petición de desahucio en precario. La patronal inmobiliaria recomienda denunciar lo antes posible y poner el caso en manos de un abogado.