«Que denuncien: tienen apoyo social y tienen protección policial»

maría santalla REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Doce funcionarios integran el equipo que comenzó a trabajar en septiembre y protege ya a 200 víctimas

12 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene miedo, pero ha decidido que ya está bien, que no aguantará más insultos ni más palizas. Hoy lo hará. Cruza la puerta de la comisaría. Está asustada. Pero sigue adelante. Un agente la atiende: «Buenos días, ¿qué desea?». Y el engranaje para protegerla de su agresor se pone en marcha. «El proceso parte de una denuncia. Entra una mujer denunciando un posible caso de violencia machista y a partir de ahí se abre una investigación policial, se da cuenta al juzgado y, una vez que se tiene una orden cautelar de protección dictada por el juzgado, empezamos a asumir la protección integral las 24 horas del día».

Quien habla es David, uno de los agentes de la Policía Autonómica que componen la unidad de protección a las víctimas de violencia de género. A su lado, su compañera Elena asiente. Ambos forman parte de un equipo que comenzó a trabajar en el mes de septiembre y que está a punto de alcanzar las 200 mujeres bajo su vigilancia constante. «Hemos ido asumiendo cada vez más hasta llegar a hoy, que vamos camino de las 200 mujeres que disponen de protección integral las 24 horas del día los 365 días del año».

Los casos se los remite la Policía Nacional a partir de un convenio firmado entre la Consellería de Presidencia y la Jefatura Superior de Policía. A cada mujer que llega a la unidad se le asigna un policía: «La víctima tiene un teléfono de un policía, y este es el único funcionario que sabe de su caso, nadie más va a tratar con ella, el que la coge desde el principio, termina su caso». El objetivo es que la víctima no tenga que contar su situación una y otra vez a personas diferentes y que coja confianza con el agente encargado de su seguridad.

En el momento en el que se inicia la vigilancia, el policía tiene una entrevista con la mujer. «Intentas saber lo más posible de la situación de la persona a la que vas a proteger, porque cuanto más sabes de ella más eficaz es la protección», explican. Lo habitual es que se reúnan también con su pareja: «Se le informa de que esa persona tiene vigilancia policial las 24 horas del día y se le explica en qué consisten las medidas de alejamiento».

Un programa puesto en marcha por el Ministerio del Interior, conocido como Viogen, determina las medidas de protección que se deben adoptar en cada caso, porque «a la mujer a la que se le da protección se le aplica un plan personalizado». Esto es así porque «no hay dos vidas iguales, hay un millón de variables»: dependiendo del riesgo «se hacen vigilancias, contravigilancias, en su lugar de trabajo, las horas de salida, acompañamientos al juzgado, dependiendo del caso y de la peligrosidad». Además de los policías asignados a la unidad, «policías uniformados colaboran los 365 días del año en los casos que requieren especial apoyo». El problema, recalcan, no distingue edades. «Desde los veinte hasta los ochenta años». Es preocupante, dicen, «el control que se está dando en adolescentes, sobre las redes sociales, sobre las contraseñas, sobre lo que se dice en ellas. Tenemos que estar muy pendientes de esos casos entre adolescentes».

Los policías encargados de proteger a las víctimas de violencia machista insisten en la importancia de que estas presenten denuncia, aunque son conscientes de que no es fácil. «Puede haber personas dependientes económicamente de su marido, sin vivienda; cuando a eso le añadimos los niños, el problema se va agravando. Una mujer que denuncia es una valiente, porque le cambia su vida muchísimo». Pero tiene que serlo: «Hacemos un llamamiento a que denuncien. Siempre hay que denunciar, porque un maltrato que no se denuncia administrativamente no existe». Para animarlas a dar el paso recuerdan a las mujeres en esa situación que «tienen apoyo social, tienen apoyo administrativo y tienen protección policial».