Los gallegos que viven en las ciudades desconfían más de la situación política

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Confianza de los gallegos en la situación política y económica actual
La Voz

Los que tienen estudios universitarios son más pesimistas con la economía actual

06 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A los gallegos nos va regular, más o menos igual que hace un año, y no esperamos grandes alegrías para el futuro, aunque tampoco aventuramos dramas insoportables. Es la conclusión más sucinta que puede extraerse de la última Encuesta Ómnibus Mensual realizada por Sondaxe para La Voz de Galicia. El estudio demoscópico ofrece, sin embargo, interesantes prismas sociológicos basados en dos pilares: la economía y la política, y mide el grado de satisfacción actual y las perspectivas de futuro.

El trabajo arrastra resultados del último año que permiten concluir que la situación política actual, las expectativas en este sentido y el índice de confianza son prácticamente iguales a los de enero del 2016, con pequeñas décimas de diferencia casi inapreciables. Los gallegos nos mostramos críticos al valorar la actual coyuntura, que está estancada en los 35 puntos, siendo 0 muy mala y 100 muy buena. Las expectativas están también ancladas en torno a los 50 puntos, que equivale en el cálculo del indicador a una situación regular.

En cuanto a la confianza, la evolución ha ido variando a lo largo del último ejercicio para acabar sacando una foto muy parecida a la de hace un año. En Galicia, el índice de confianza económica es de 42,5 puntos, que es muy parecido al que inspira España (43).

Si se combinan los parámetros de género y las preguntas políticas, son las mujeres las que se muestran algo más satisfechas que los hombres. Y si se clasifica por edades, la evolución es más que evidente. Los más jóvenes son los más recelosos con la clase que dirige las instituciones públicas, mientras que los mayores de 65 están más contentos, aunque sin grandes algarabías, porque el mejor indicador se queda en los 52,7 puntos que le otorgan los gallegos más veteranos a lo que pueda ocurrir.

Sin dejar de valorar la labor de los políticos gallegos y españoles, el análisis por provincias pinta una opinión muy similar en toda la geografía gallega, aunque los coruñeses destacan por ser los más críticos con la situación actual, mientras que los encuestados de Lugo y Ourense dejaron a estas dos circunscripciones con un nivel de satisfacción algo más elevado, aunque siempre moviéndose en los parámetros del regular tirando a mal.

Sí hay diferencias más notables cuando los que opinan viven en las siete ciudades de más de 50.000 habitantes o si son vecinos de pequeñas localidades los que hablan. Estos le dan a la coyuntura política 47 puntos, y los urbanitas se quedan en 36,1.

Nivel de estudios y ocupación

El nivel de estudios finalizados y la ocupación también deparan algunas diferencias reseñables. Los gallegos sin formación académica y los que tienen títulos universitarios superiores coinciden ante las expectativas políticas que vienen (47,4 y 47,7), y con carácter general son los poseedores de títulos de educación primaria y secundaria los más optimistas (52). Asalariados, autónomos, parados y estudiantes tienen, con matices, percepciones bastante similares, mientras que son los jubilados y las personas que se dedican a las labores del hogar las más generosas al calificar el ambiente político actual, pero con 53,2 puntos como tope.

En cuestiones económicas, la opinión de los gallegos se movió permanentemente en los últimos meses en una zona tibia, aunque aumenta dos puntos la percepción de la situación para alcanzar una discreta calificación de 40,8 (38,1 en enero del año pasado). La confianza coyuntural en la comunidad autónoma también se mantiene estable (45,1), mientras que si la lupa se pone sobre todo el Estado se aprecia una ligera bajada que ya fue más pronunciada a mediados del año pasado, cuando el panorama político se bloqueó entre las dos citas electorales.

Al valorar el momento que vive la economía gallega, el diagnóstico es prácticamente idéntico para los jóvenes, los adultos maduros y los mayores. Todos se mueven en torno a los 35 puntos. Hay más diferencias, en cambio, si de escrutar el futuro se trata, ya que tienen algo más de confianza en él los que tienen entre 30 y 44 años (53,3) que los que superan los 65 (44,1). Si se analiza el momento actual de la salud de Galicia, desde el punto de vista de la formación, los universitarios superiores son hasta 9 puntos más pesimistas que los que tienen estudios primarios o secundarios, y llama la atención que los parados y los jubilados tienen sensaciones similares sobre lo que pueda deparar el futuro.

Los votantes de las mareas son más recelosos, y los de Ciudadanos y el PSOE coinciden

Los votantes de la esfera de En Marea (Podemos, Esquerda Unida, Anova...) son los más recelosos ante la situación política y económica que vive Galicia y lo que está por llegar. En el otro extremo, los simpatizantes del PP se muestran más optimistas en ambos aspectos. El partido en el poder durante el último año en la comunidad autónoma y en el Gobierno central obtiene un alto grado de confianza de los suyos, que valoran el momento actual del panorama político en torno a los 75 puntos, y el futuro también se valora a un nivel similar. Como es previsible, la izquierda representada por las mareas se van al otro extremo y puntúan la situación actual con un 19,6, esto es, la ven mal. Algo mejor, pero sin estridencias, la perciben los votantes del PSOE y de Ciudadanos en las últimas elecciones generales, e incluso los de la formación naranja son un poco más críticos que los socialistas. Unos y otras dejan el indicador político en torno a los cincuenta puntos (regular).

Diferencias económicas

En el ámbito económico, en cambio, los seguidores de Albert Rivera son bastante más optimistas -unos diez puntos- que los de Pedro Sánchez, que fue el último líder al que votaron los que eligieron la papeleta con el puño y la rosa. Entre los populares, el furor político no tiene una traducción directa en las expectativas económicas, que sufren recorte de puntos hasta los 67. Si de dinero se trata, el cuadro que pintan los votantes de En Marea se parece algo más al de los socialistas, también críticos.

El estudio demoscópico recoge además un apartado para los nuevos votantes, que se corresponden en buena medida con los más jóvenes. El panorama para ellos es bastante desolador en todos los sentidos.