En Marea sigue sin portavoz por la falta de consenso en torno a Villares

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Lavandeira jr. | Efe

El consello das mareas dilata la decisión para evitar un nuevo enfrentamiento interno

28 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace exactamente un mes que se constituyó el consello das mareas, el máximo órgano de decisión entre asambleas del partido que pretende aglutinar las distintas sensibilidades de la izquierda en Galicia. Pero son precisamente esas muchas sensibilidades las que paralizaron entonces los trámites pendientes para la constitución de En Marea como partido político al margen -o más bien a mayores- de las distintas formaciones que se unieron para las pasadas elecciones autonómicas.

Como ya quedó patente el día en que sus flamantes miembros posaron en la foto de familia en la sede de Compostela Aberta, en O Toural, el nombramiento del portavoz iba a levantar ampollas. La lista que encabezó Luís Villares para las primarias no apostaba por él como portavoz; en cambio, sí lo hacían las otras dos minoritarias. La suma sería fácil de no ser porque en la propia candidatura de Villares hay unos cuantos miembros que también lo quieren a él, así que sus detractores -en realidad los más próximos a la Marea Atlántica- tampoco tienen claro que vayan a sacar adelante sus tesis el día en que se plantee la cuestión.

Y por eso el nombramiento se dilata, como si no hubiese ganas de reabrir esa herida. El consello das mareas solo se reunió dos veces: el día en que se constituyó, el 28 de enero, y quince días después; pero la segunda vez, solo para aprobar cuestiones de funcionamiento interno.

Hubo varias excusas para demorar la tercera reunión; la creación de los grupos de trabajo primero, la asamblea de Podemos después y finalmente las vacaciones de carnaval. La reunión sigue sin fecha, y tampoco está claro que cuando se convoque vaya a ir en el orden del día el nombramiento del portavoz. Los rostros más conocidos de En Marea dicen siempre en público que no es una cuestión determinante, y el propio Villares defiende que su trabajo diario está en el Parlamento de Galicia, donde sí ejerce la portavocía de En Marea.

Candidato a la Xunta

Lo curioso es que esa reticencia para darle más visibilidad a Villares dentro del partido no se repite cuando se habla del candidato de En Marea para las próximas elecciones autonómicas. El destacado miembro de Anova y viceportavoz de En Marea en el Parlamento, Antón Sánchez, apostó claramente por un segundo intento de Villares para hacerse con la presidencia de la Xunta de Galicia, y en ese mismo sentido se manifestó ayer el alcalde de Santiago. «Por que non?», se preguntó Martiño Noriega, y su opinión no cae en saco roto, teniendo en cuenta que fue, durante muchos años, el delfín de Beiras que parecía llamado a sustituirlo. Que conste que el regidor compostelano reconoció que todavía podían pasar muchas cosas hasta el 2020 y que una decisión de ese tipo «non depende do que digamos nós, senón das persoas e do proceso de todos estes anos que quedan por diante».

En todo caso, Luís Villares habló claramente de su disposición a encabezar para entonces la lista de En Marea para las autonómicas. «Estou igual que dende o primeiro día, a disposición do espazo de confluencia», dijo ayer en el Parlamento de Galicia tras valorar como «ilusionantes» y «fructíferos» los seis meses que pasaron desde que decidió colgar la toga y encabezar la llamada «confluencia popular» en Galicia. Por eso, «se a militancia quere e os inscritos queren» estará de nuevo en el 2020 «ao servizo dunha alternativa política para o país en clave de xustiza social».

Pero en efecto, hasta las próximas autonómicas queda mucho por hacer, entre otras cosas, formalizar el partido bajo cuyas siglas quiere presentarse Villares.

«Xosé Manuel Beiras será o que el queira ser»

Ya en los días previos a la constitución del consello das mareas hubo voces interesadas que apostaron por Beiras como portavoz del partido. Quienes lo proponían eran, por supuesto, los que se oponían a que fuese Villares, reacios al excesivo protagonismo del líder oficioso de En Marea. Y ahora el nombre del histórico líder de izquierdas vuelve a la palestra, en parte porque la matriz de En Marea, Anova, se enfrenta a la renovación de sus cargos y se valora la posibilidad de que su fundador no repita como portavoz. La incógnita por despejar es si Beiras deja el cargo -si es que lo deja- porque está de retirada o porque finalmente lo asumirá en En Marea.

Desde luego, en la llamada unidad popular nadie le niega al veterano político el papel que él quiera asumir. En ese sentido fueron significativas las palabras que le dedicó ayer Martiño Noriega: «Máis alá dos cargos está a carga simbólica; se nalgún momento ten que desenvolver algún cargo, proxectarase a carga simbólica a través del. El non necesita ningún tipo de recoñecemento porque todos sabemos que é un activo fundamental da unidade popular». El alcalde de Santiago hizo referencia a su mentor político porque durante el fin de semana Antón Sánchez dijo en una entrevista radiofónica que «Beiras será o que el queira ser», pero lo cierto es que tampoco se sabe muy bien lo que quiere ser Beiras, que se reserva hasta la asamblea de Anova, que será el 18 de marzo, para pronunciarse.

Varias portavocías

No se descarta, dado lo enquistada que está la cuestión, que el conflicto se resuelva con una solución salomónica. No solo quienes menos simpatizan con Villares son partidarios de que haya más de un portavoz en En Marea; también sus socios de Esquerda Unida ven con buenos ojos esa «coralidad». De hecho, hay antecedentes. Anova, por ejemplo, tiene dos portavoces, que son en la actualidad Xosé Manuel Beiras y Martiño Noriega. Así que En Marea podría repetir ese esquema y nombrar a Beiras como portavoz, aunque sería un cargo «simbólico», como ya dijo el alcalde compostelano. La duda es saber si la portavocía de facto recaería sobre Villares. Hay que tener en cuenta que al nuevo partido le queda un largo recorrido para asentarse y que, a diferencia de lo que pasa con Anova, la figura que lo represente es determinante. Xosé Manuel Beiras, por edad, por salud y por sus cada vez más escasas apariciones en público, no parece encajar en ese perfil, aunque la última palabra la tendrá él.

Así las cosas, las corrientes que encabezan las listas minoritarias de En Marea creen que el tiempo juega a su favor y que, a falta de otro candidato mayoritario, Luís Villares tiene cada vez más papeletas a su favor.