Pendientes de la evolución de Rosario Porto, fuera de peligro, para ejecutar el traslado al centro penitenciario de A Lama

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

Ya le habían encontrado en el pasado una gran cantidad de pastillas acumuladas en su celda, lo que le valió un expediente interno y la obligación de tomar la medicación en presencia de los sanitarios

26 feb 2017 . Actualizado a las 10:33 h.

Rosario Porto sigue su recuperación en el hospital de A Coruña tras haber sido ingresada el pasado viernes por la mañana. El motivo de esta salida de emergencia del penal coruñés de Teixeiro fue la ingesta de un número indeterminado de medicamentos que, si bien no han llegado a ser letales, sí la dejaron en estado semiinconsciente.

La vida de Porto, que cumple 18 años de prisión por el crimen de su hija, Asunta Basterra, no corre peligro, pero ahora está pendiente de reponerse físicamente para ser trasladada a la cárcel pontevedresa de A Lama que había decretado Instituciones Penitenciarias y que sigue adelante. Su abogado, José Luis Gutiérrez Aranguren, no tenía este sábado ninguna novedad sobre el estado de salud de su representada, como tampoco de los motivos que llevaron a Interior a decidir el cambio de prisión. En Teixeiro sigue ingresado su exmarido, Alfonso Basterra, que cumple la misma condena en el módulo masculino.

Ambos fueron incluidos en el protocolo de prevención de suicidios durante los primeros meses de su internamiento mientras esperaban por el mediático juicio, para continuar con el acompañamiento en celda por reclusos con experiencia y de confianza.

En el caso de Basterra, el protocolo se extendió más tiempo por sus dificultades para integrarse en la vida de la cárcel, mientras que Porto tuvo una adaptación más rápida con sus compañeras, aunque fueron frecuentes sus «hundimientos» psicológicos, como los describió el director del penal de Teixeiro durante la vista oral.

A pesar de estos controles, a Porto ya le habían encontrado en el pasado una gran cantidad de pastillas acumuladas en su celda, lo que le valió un expediente interno y la obligación de tomar la medicación en presencia de los sanitarios. El hecho de que le anunciaran su inminente traslado, del que ella misma informó telefónicamente a su abogado, pudo influir en la decisión de tomar las pastillas precipitadamente.

En próximos días se emitirá un programa de televisión que incluye una entrevista telefónica con Rosario Porto de la que, de momento, solo se conocen sus primeras palabras: «Sobrevivo».