«Renunciei a un traballo este ano por opositar, e agora...»

T. M. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN A. SOLER

Tras el anuncio de congelación de las oposiciones todos los que estaban preparando los examenes destacan lo difícil que resulta llevar la incerteza

25 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Sandra viene de Ferrol. Rebeca, de Vigo. Raquel se desplaza desde Sada, donde está dando clase. También llega gente de Ourense y de Baiona, por ejemplo. Una vez a la semana, quedan en Santiago. En la academia Nós Oposicións, donde preparan los exámenes para optar a un puesto de docente de matemáticas. O no. Porque tras el anuncio de congelación de las oposiciones andan todos «algo revolucionados porque non sabemos o que vai pasar, sobre todo é a incerteza». Lo dice Rebeca, que este año está dando clase en Vigo. «É un mes que non sabes que facer, se seguir estudando a tope ou non». Lo dice también Sandra. Dos hijos. Este año no aporta ingresos a su hogar. «Renunciei a un traballo este ano porque ía haber oposicións». Ahora no sabe qué va a pasar. «¿Que fago o ano que vén? ¿Volvo permitirme o luxo de volver a renunciar e estar outro ano sen traballar?», se pregunta. Y a eso hay que sumar el perjuicio económico. Sandra paga 140 euros al mes por el curso de oposiciones. «E hai que ter en conta tamén o desprazamento, que moitos vimos de fóra», tercia Rebeca. Y los materiales. ¿Total? «Hai cousas que non miro», dice Sandra con una sonrisa amarga.

Solo le pide una cosa a la clase política: «Que teñan un pouco de empatía. Que saiban que detrás dos opositores hai familias, hai tempo e hai cartos. Ao final os cartos, dentro do malo, é o menos malo». Porque los opositores han sacrificado, más que nada, tiempo. Vida. Fines de semana que no han dedicado a su familia. Sueño atrasado para arañar unas horas más de estudio.

«Eu o que necesito é que me digan si ou non, nada máis», dice Sandra. Asiente Rebeca. «Eu digo o mesmo». Cuando se anunciaron las especialidades, a principios de este mes, y vieron que estaba incluida matemáticas, se alegraron, «pero a alegría non nos durou nin 15 días». Una ruleta rusa emocional «que afecta moitísimo. Esta semana non estudei nada, é que me custaba moitísimo», dice Rebeca. «Animicamente afecta moito, porque ti estás estudando, dándoo todo e, cando din que ao mellor non as hai, dis, boh, ¿e agora que fago?». Porque tampoco saben cómo organizarse. «Non é o mesmo estudar para un exame a tres meses vista que a un ano e tres meses vista», dice Sandra.

Si los exámenes son este año, tendrían que empezar a repasar los temas que ya tienen hechos. Si no, hay margen para seguir estudiando nueva materia. «Isto é soamente un tema político», concluyen.