Una reorganización en busca de la difícil «pax» en la sanidad gallega

Elisa Álvarez González
E. Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El conselleiro de Sanidad, Vázquez Almuíña
El conselleiro de Sanidad, Vázquez Almuíña Lavandeira jr | efe

Vázquez Almuíña busca con los relevos perfiles afines a su forma de llevar a cabo la política sanitaria

23 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya hubo tiempos más convulsos en la sanidad gallega. Y no tan lejanos. La Consellería de Sanidade, un mastodonte que se lleva cuatro de cada diez euros de las arcas públicas, tiene ahora un frente abierto con la investigación judicial sobre la dispensación de los fármacos de la hepatitis C, pero ha cerrado muchos. Uno de los principales, el del Álvaro Cunqueiro, el nuevo hospital de Vigo, que sigue generando quejas pero menos que cuando se inauguró, cuando prácticamente le costó el puesto a la predecesora de Vázquez Almuíña, Rocío Mosquera.

Los anuncios de ofertas de empleo público, aunque condicionadas a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, el intento de enterrar del hacha de guerra con los médicos al permitir de nuevo las prórrogas de jubilación o los planes de estabilidad azuzados por las sentencias europeas que condenan los contratos encadenados buscan esa pax tan difícil en la sanidad, un campo en el que se mezclan miles de trabajadores, recursos nunca suficientes y la salud de la población.

Vázquez Almuíña ha decidido amoldar el equipo que lo acompaña en el día a día a la gestión que quiere llevar a cabo, con cambios que muchos esperaban desde hace meses y con otros que han sorprendido. Con los relevos en las gerencias hospitalarias, los cargos más cercanos a la asistencia sanitaria y al paciente, el conselleiro busca perfiles afines a su forma de llevar a cabo la política sanitaria. El tiempo dirá si los resultados son los esperados.