«Soy padre y me desconcertó su tranquilidad», afirma uno de los agentes que detuvo a la pareja

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Juicio por el asesinato de Imran, el niño que apareció muerto en una maleta.Juicio por el asesinato de Imran, el niño que apareció muerto en una maleta
Juicio por el asesinato de Imran, el niño que apareció muerto en una maleta J.L.Cereijido

La Policía ha explicado que David F. se confesó autor del crimen y que, sorprendentemente, Fadila C. se mostró calmada

22 feb 2017 . Actualizado a las 18:55 h.

Los agentes de Policía que detuvieron David F. y Fadila C. por la muerte del hijo de ésta, cuyo cadáver fue hallado en una maleta entre la maleza en las inmediaciones del apeadero de La Argañosa, en Oviedo, en 2014, explicaron que el David F. se confesó autor de lo ocurrido y coincidieron en destacar la calma de Fadila C. al conocer la muerte de su hijo. «Soy padre y me desconcertó su tranquilidad», ha dicho uno de los policías que localizó a la pareja.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias ha acogido este miércoles la tercera sesión del juicio en el que se ha podido escuchar el relato de los agentes que detuvieron a ambos inculpados, días después de la aparición del cadáver. De esta forma, han contado que recibieron una llamada advirtiendo de su presencia en un parque de León. Una vez allí, los localizaron sentados en un banco, entonces, el acusado «se levantó, se arrodilló, puso las manos en la nuca y dijo he sido yo». La mujer, por su parte, se levantó y preguntó que es lo que pasaba. «Tranquila yo se lo que pasa, he sido yo», le respondió su pareja.

Asimismo, han añadido que Fadila C. llevaba un osito de peluche en los brazos y les dijo que estaban esperando a la hermana de David F., ya que les iba a traer a su hijo, que hacía una semana que no le veía. La reacción de la acusada «fue muy tranquila para lo que se supone que pasaba», han insistido los agentes.

Similares han sido las palabras del médico que atendió a Fadila C. en los calabozos, quien ha asegurado que «lloró un poco, por lo que suministré un tranquilizante". Sin embargo, su respuesta no fue tan brusca como la que cabría esperar. «Yo creo que si muere un hijo mío la reacción hubiera sido más violenta, pero en cinco minutos me fui de allí y cuando volví estaba bien», ha afirmado.

Por su parte, también ha comparecido uno de los inspectores encargados de llevar a cabo la investigación de los hechos que se incorporó el día 8 de noviembre y que a preguntas de la defensa de David F., ejercida por Fernando Barutell, dejó patente que «las imágenes de las cámaras de la zona no aportaron absolutamente nada».

Barutell, además, ha preguntado por la existencia de un vagabundo cuyas pertenencias se encontraron en la zona cercana a la que apareció la maleta con el cuerpo sin vida del pequeño. El agente ha indicado que, en su momento, hablaron con esa hombre y comprobaron que «tenía sus capacidades mentales perturbadas».

Otros testigos

También ha prestado declaración una vecina que, presuntamente, vio a un hombre el 25 de octubre, con una maleta en la zona del apeadero de La Argañosa y que estaba mirando «hacia adelante y hacia atrás como con intención de que no le viesen». La testigo no supo precisar el día en el que lo vio y ha señalado que creía que había sido «a mediados de semana».

El capellán de la Iglesia evangelista, que acude a la prisión de Villabona, ha presentado a Fadila como «una muchacha atemorizada, con ojos de miedo» y ha indicado que llegó a temer que se quitase la vida, ya que no es ni una persona fría ni conflictiva, pero que ahora está «derrotada». Así, otra voluntaria de la Iglesia evangelista ha reiterado que Fadila «estaba destrozada y hubo un tiempo que no creía que su hijo estaba muerto». «Una chica transparente con un alma muy noble», ha añadido.

Ha declarado también, un mediador cultural, llamado por la defensa de la inculpada, para explicar como se entierra a un niño según el rito islámico y ha indicado que el cuerpo debe ser envuelto en una tela blanca tras ser lavado y sin ninguna prenda.