El edil del BNG de Vedra Roberto Castro Rocamonde participa también en los actos políticos en favor de En Marea. Se defiende y alega que él sí cree de verdad en la unidad popular
22 feb 2017 . Actualizado a las 12:05 h.El concejal Roberto Castro Rocamonde participó el pasado 15 de febrero en Vedra en un acto político organizado por En Marea. Allí estaba en la mesa de ponentes, junto a Antón Sánchez, que es diputado en el Parlamento gallego. La cosa no tendría mayor trascendencia si no fuera porque se trata de un cargo público del BNG. Castro Rocamonde es edil en Vedra. Y hasta la fecha, al menos que se sepa, ni ha renunciado al acta ni ha pedido ser parte del grupo de los no adscritos. De hecho, según las actas, participa activamente en los plenos como representante del BNG. El concejal nunca se ha escondido y es pública su posición en el municipio. Durante la campaña de las autonómicas se le pudo ver un día en un acto con Francisco Jorquera y en otro dándole la mano a Luís Villares.
Este comportamiento político de apariencia bipolar, que ha despertado la curiosidad en Vedra y que incluso ha desencadenado cierto malestar en sectores del nacionalismo, no entraña ninguna contradicción para Roberto Castro. «Eu non son militante do Bloque, presenteime no 2015 na candidatura BNG Asembleas Abertas, que xa era entón unha candidatura de unidade popular, e polo tanto é lóxico que estea apoiando publicamente a En Marea», subraya. Este posicionamiento es compartido por el portavoz del BNG en Vedra, José Antonio Pose, quien advierte que en su municipio la prioridad no está en las siglas. Asimismo, recuerda que en su ayuntamiento no hay ese debate entre el Bloque y En Marea.
A diferencia de lo ocurrido en este concello, en Brión el dirigente histórico del BNG Xesús Pena sí se pasó al grupo de los no adscritos por su afinidad con En Marea, algo que ocurrió en mayo del 2016. El Bloque le pidió el acta, pero él se negó a entregársela.
A pesar de que la marea gallega y el Bloque pueden compartir algunos objetivos políticos, lo cierto es que la organización nacionalista siempre ha marcado distancia por su negativa a integrarse en un proyecto con fuerzas políticas que tengan su centro de decisión en Madrid. Dicho de otra forma: el BNG no quiere saber nada de Podemos ni de EU.