El segundo crimen machista en Galicia y la víctima número trece en España en lo que va de año

El 29 de enero se producía el primer crimen machista del año en Galicia. Ocurrió en O Carballiño, donde un hombre asesinaba esa noche a su mujer, de 55 años, asfixiándola. Después de este, el de ayer en Redondela es el segundo asesinato que la violencia machista causó en la comunidad en lo que va de año. En otra agresión, ocurrida en Salceda de Caselas, la mujer sobrevivió y el hombre, que la había dado por muerta tras golpearla en la cabeza y tratar de estrangularla, se ahorcó después dejando una nota de confesión. Ocurría el 10 de febrero.

A lo largo del 2016, tres mujeres murieron en Galicia a manos de sus parejas, y otros dos casos están todavía en investigación. En el último decenio la cifra de víctimas se eleva hasta las 45. Según los datos oficiales, fueron seis en el 2007, siete en el 2008, tres en el 2009, dos en el 2010, tres en el 2011, cuatro en el 2012, tres en el 2013, seis en el 2014 y ocho en el 2015.

En lo que va de año, la de ayer fue la víctima número trece en España cuando todavía no han concluido los dos primeros meses de este 2017. Son un 29 % de las muertes por violencia machista que hubo a lo largo de todo el año pasado, 44.

Lejos de atenuarse, la lacra machista no deja de crecer. Son 3.019 las gallegas obligadas actualmente a vivir bajo protección policial por la amenaza de sus parejas o exparejas, según la información del Ministerio de Sanidad. Esa protección varía en función del nivel de riesgo, de manera que son 1.250 las que gozan de amparo policial activo.

En el campo de las denuncias que tramitan los tribunales de Justicia se detecta también un repunte, de manera que a lo largo de los nueve primeros meses del 2016 los juzgados gallegos recibieron 4.175, frente a las 3.956 que se habían contabilizado en el mismo período del ejercicio anterior.

También creció en las cuatro provincias el número de hombres que cumplen condenas por delitos relacionados con la violencia machista. Eran, a finales del 2016, 339, frente a los 252 que estaban recluidos a finales del 2015 por este motivo.

Un asesinato en Cataluña también se ejecutó con una explosión

Planear una explosión como modus operandi para ejecutar un crimen machista tuvo un precedente reciente en un suceso ocurrido en Premiá de Mar, en la comarca del Maresme (Barcelona). La policía descubrió días después que el tubo del gas del piso donde se produjo la explosión que provocó la muerte de una mujer y su pareja había sido desconectado de manera intencionada de la caldera. El autor de esta manipulación fue la pareja de la mujer, que no murió en el momento del suceso como sucedió en el caso de Vigo, sino que falleció en el hospital debido a la gravedad de las lesiones. La deflagración causó heridas a otras 16 personas del vecindario.

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