Tras dejar el Parlamento, el veterano político podría abandonar la portavocía de Anova, que fundó. Y, aunque figura en el consello das mareas, procura quedarse en segunda fila
21 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando el 28 de enero se constituyó el consello das mareas, en la foto de familia faltaba uno de sus 35 miembros, y no era uno cualquiera. Era Xosé Manuel Beiras, líder en su día del Bloque, fundador de Anova, portavoz de Alternativa Galega de Esquerda e impulsor de En Marea. Y eso que era el número 3 de la lista que obtuvo un mayor respaldo, la encabezada por Luís Villares. Y, si bien acudió al acto de constitución del consello, prefirió esperar en una cafetería a salir en la foto.
Esa es la actitud que mantiene el histórico líder del nacionalismo gallego desde que el pasado verano se acordó que Luís Villares fuese candidato a la presidencia de la Xunta. Beiras nunca dejó de apoyar al magistrado, y todavía en la asamblea de En Marea celebrada en diciembre del año pasado sacó a relucir su genuino carácter para abroncar a los suyos y pedirles que se dejaran de «caralladas», en relación a las guerras internas que se libran en la formación. Pero, quizás por todos los avatares políticos vividos, quizás por su salud y a lo mejor porque consideró que era lo mejor para su proyecto, desde hace seis meses se mantiene en un discreto segundo plano.
Y no se puede descartar que dentro de un mes dé otro paso atrás. El 18 de marzo se celebrará en Pontevedra la tercera asamblea nacional de Anova, con la renovación de los cargos del partido fundado por Beiras cuando abandonó el BNG. Y hay razones de peso para creer que dejará la portavocía que ahora comparte con Martiño Noriega. En la práctica, hace tiempo ya que ninguno de los dos ejerce como tal: Beiras (80 años), por ese elegido segundo plano, y el alcalde de Santiago, por sus responsabilidades al frente del Ayuntamiento. En todo caso será la asamblea quien lo decida, porque entre otras cuestiones está la posible incompatibilidad o la inconveniencia de figurar en la coordinadora nacional de Anova y en el consello das mareas. Es más, no se descarta la posibilidad de que, dado que Villares tiene dentro de casa a destacados miembros recelosos con que acumule demasiados cargos, al final sea Beiras el portavoz de En Marea, aunque la espinosa elección del voceiro del nuevo partido parece que va para largo. En todo caso, no se puede hablar de la retirada de un político cuya biografía va unida a la democracia en Galicia. Ya otras veces dio un paso adelante y dos atrás o desapareció una temporada para volver con fuerzas renovadas.
Y todo ello sin dejar de lado que la propia Anova podría acabar fusionada o hasta engullida por En Marea, y tampoco sería extraño. Son hijos del mismo padre.