Miguel Tellado: «Cuando llegue el momento trataré de convencer a Feijoo de que siga»

Juan María Capeáns Garrido
JUan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Álvaro Ballesteros

El secretario xeral del PPdeG asegura que el peso del presidente en la política nacional se nota «en la cantidad de selfis que se hace con todo el mundo»

15 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A Miguel Tellado (Ferrol, 1974) le incomoda toda la parafernalia de los vuelos, pero acaban de darle un billete mensual a Madrid por una larga temporada para acudir al comité ejecutivo del Partido Popular, al que pertenece desde este domingo.

-¿Es un premio personal, un guiño al PPdeG o son solo equilibrios territoriales?

-La política es una labor colectiva, así que si hay un reconocimiento es a una mayoría absoluta inaudita de un partido del que soy el secretario xeral circunstancial. Me ayudará a mejorar la coordinación, que a veces falla.

-Más allá de las ponencias y los cargos, ¿se nota el peso de Galicia en el PP?

-Se nota, empezando por el presidente Rajoy, que es un gallego más. Y luego está el señor de las tres mayorías absolutas, que es como presentaron a Feijoo.

-¿Qué distingue a su jefe de otros líderes del partido?

-Tengo la sensación de que cuando Feijoo habla se le escucha, y además se le hace caso, especialmente en temas como el de la financiación autonómica. Su liderazgo alcanza el ámbito estatal, y buena prueba de su peso es la cantidad de selfis que se hace con todo el mundo.

-Sin embargo, el modelo de dirección de partido de Rajoy es distinto al de Galicia.

-Cualquiera es válido. Aquí se optó por un secretario general dedicado en exclusiva al partido y al Parlamento, y Rajoy apostó por el tándem De Cospedal-Maillo, que funciona muy bien, por la experiencia personal que tengo en Génova.

-Rajoy dice que para el partido le quedan los fines de semana y los lunes. Y Feijoo, que ahora dedicará más tiempo a la familia...

-Todos tenemos familia y tenemos que equilibrar el tiempo institucional, el del partido y el del ámbito privado. Un partido es mucho más que su presidente, y el reto es mantener el pie en el acelerador hasta las municipales a pesar de que quedan dos años y medio y de que venimos de doce meses en los que sometimos el aparato a una tensión electoral tremenda.

-Este año suena a balneario para el PPdeG.

-No, el 2017 es clave. Es importante hacer oposición, renovar la estructura del partido, organizar los congresos y relanzar la actividad interna, porque no todo se hace de cara a los medios.

-Los próximos congresos locales son los de A Coruña y Lugo: ¿saldrán de ellos los candidatos?

-Primero van estos dos porque el plazo ya ha expirado, y en el 2018 seguirán los demás. Pero no, solo se trata de renovar los comités ejecutivos de las ciudades, de generar nuevos liderazgos y después será el comité electoral de Galicia el que elija a los candidatos en el momento idóneo.

-¿Cuál es ese momento?

-Necesitamos la antelación suficiente para que los candidatos se puedan conocer, al menos un año antes de las elecciones, para que puedan hacer trabajo a pie de calle, para constituir nuevos equipos y que haya tiempo para explicar el proyecto.

-¿Ese razonamiento vale para la sucesión de Feijoo?

-Adelantar ese debate sería un error político y nos descentraría de la misión encomendada por los gallegos de continuar con la recuperación económica. Después de las municipales del 2019 tocará hablar de la sucesión, y no tenga duda de que cuando llegue ese momento yo seré uno de los que tratará de convencer a Feijoo de que siga en Galicia. Pero primero, insisto, están las locales, y para nosotros es fundamental recuperar alcaldías que perdimos por unos pocos votos.

-Usted habla a diario de las ciudades de la provincia de A Coruña y casi no cita la situación en Pontevedra. ¿Es por no pisar el terreno de Rueda, su antecesor?

-No, no. Tenemos una comisión de ciudades donde participan los portavoces y trabajamos de forma coherente, aunque las realidades son distintas. En A Coruña hay tres fracasos estrepitosos de las mareas, con un gran foco mediático que nos obliga a hablar quizás más de la cuenta de ellas, y en la provincia de Pontevedra la situación es otra, pero el objetivo es ser alternativa real en todas las urbes.

-Correa, Crespo y el Bigotes se van a prisión: ¿qué le sugiere?

-Rabia. Por no haber estado a la altura de las circunstancias y no haber sabido reaccionar a tiempo ante la corrupción. Nos avergüenza a todos. El PP lo que tiene que hacer es mirar hacia delante y tomar medidas para que no vuelva a suceder.

-¿Tuvo coste político?

-Cuando pierdes tres millones de votos hay que hacer autocrítica, y el partido, la política y la democracia quedan tocados. Dicho esto, creo que el PP ya ha pagado el precio de su falta de contundencia y en Galicia se notó en el 2015, cuando pasamos un mal momento por nuestra imagen pública. Pero no sirve de nada lamentarse, hay que dejar de mirarse al ombligo y salir a la calle a escuchar los problemas de la gente.

-Cristina Cifuentes es otro nombre propio de la jornada. ¿Incomodan sus ideas en el PPdeG?

-Al PPdeG, como tal, no le compete opinar. A mí me gusta la gente que habla claro, y Cifuentes lo hace. Suelo compartir muchas de las cosas que ella propone.

-¿Hace pandilla con Feijoo?

-Forman parte de una misma generación y hacen política cerca de la gente. Es lo que nos pide la calle, ser más próximos.