La nieta del matrimonio fallecido en Porto do Son se recupera de una fractura en el hombro

Javier Romero Doniz
J. ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

MARCOS CREO

El municipio sigue conmocionado por el trágico accidente y las banderas del Concello ondeaban ayer a media asta

12 feb 2017 . Actualizado a las 11:25 h.

La muerte de María Manuela Ventoso, de 71 años, y de su esposo, Manuel Martínez Martínez, de 89, en un accidente de tráfico el viernes a media tarde en Porto do Son, seguía ayer copando buena parte de las conversaciones de sus vecinos. Y es que las circunstancias en las que tuvo lugar el triste siniestro serán difíciles de olvidar para muchos. Lo que más preocupa en la villa es la situación de la nieta, de unos 17 años, que viajaba con sus abuelos en el coche, y que sufrió una fractura ósea, según parece en el hombro, de la que ya fue operada.

El ambiente en el municipio seguía ayer condicionado por el doble fallecimiento. Para empezar, las banderas del Concello estaban a media asta, y en las cafeterías no se hablaba de otra cosa que de cuándo será el último adiós a este matrimonio que residía en la aldea de Laranga, ubicada a unos kilómetros de la población que da nombre al término. Personas próximas a la familia indicaron ayer que el funeral, a falta de confirmación oficial, está previsto que se oficie mañana por la mañana.

Los vecinos consultados coincidían al explicar que el matrimonio siempre tuvo muy buena relación con todo el mundo, a la vez que se recordaba que ambos vecinos mantuvieron una vida basada en la discreción y apuntalada en el trabajo y la familia. Algunos residentes ponían en valor la muy estrecha relación que ambos mantenían con la nieta que viajaba con ellos, que incluso pasaría largas temporadas en su casa.

El motivo que llevó al matrimonio y a la nieta a coger el coche, el viernes por la tarde, no está del todo claro. Algunos allegados explicaban ayer que los abuelos llevaban a la joven a alguna actividad, según parece, relacionada con el deporte. Otros vecinos, sin embargo, apuntaban que simplemente se desplazaban a Porto do Son para realizar algún recado, ya que era habitual ver a Manuel Martínez y María Manuela Ventoso realizando sus compras en el pequeño comercio de esta población.