El Foro Económico plantea que la Xunta asuma la gestión en concellos de alta montaña para combatir la despoblación

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

La crisis demográfica en esas zonas está ya muy avanzada y queda preservar su patrimonio natural

10 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En contra de la creencia generalizada, no existe una única Galicia rural. En realidad, hay al menos tres, y muy bien diferenciadas. Por ejemplo, nada tiene que ver el campo del eje atlántico y el de la zona central de la comunidad, que arrastran problemas de despoblación, con lo que ocurre en las áreas de la alta de montaña, donde el declive demográfico se encuentra en un estadio mucho más avanzado.

El Foro Económico de Galicia (FEG), una plataforma de transferencia de conocimiento desde la universidad y las empresas a los centros de decisión pública, ha publicado un trabajo en el que analiza un grave problema estructural de Galicia, el de una sociedad avejentada, lo que plantea desequilibrios territoriales y desafíos en la solución de problemas y en la prestación de servicios.

Melchor Fernández y David Peón, autores del trabajo, proponen la gestión directa por parte de la Xunta en las zonas de alta montaña para frenar la despoblación y avanzar en el único camino posible: responsabilizar a todos los gallegos en la gestión del patrimonio natural y ambiental, y en la garantía de acceso a los servicios públicos a la población residente. De ahí que la excepcional tutela de la Xunta tenga aquí una relevancia especial, sobre todo para que la alta montaña sea una fuente de riqueza y una marca de país, tal y como sucede ya en otros lugares de Europa.

La estrategia

El criterio ambiental, el histórico o patrimonial -ver qué conjuntos de poblaciones o arquitectónicos interesa mantener- y, sobre todo, una estrategia de especialización inteligente (forestal, ganadero) forman parte de la hoja de ruta planteada por el FEG.

«Na alta montaña o proceso de despoboamento está xa moi avanzado; apenas 75.000 persoas de idade media próxima aos sesenta anos reside a case dúas horas do eixo atlántico», precisan los autores en el trabajo. El informe incluye algunos datos esclarecedores. Por ejemplo, en el 2011, en las zonas de Xistral, Ancares, Courel, Macizo Central y Pena Trevinca, apenas había registrados 2.600 niños menores de nueve años. Por comparar, solo en el concello de Ames ya había entonces 3.800.

En aras de corregir los desequilibrios territoriales, Melchor Fernández y David Peón plantean una serie de propuestas para mitigar la exclusión social que, en distintos grados, afecta a la población rural, bien sea la que vive próxima a entornos más urbanos o en zonas más alejadas.

El FEG plantea la creación de una red de infraestructuras de usos múltiples donde concentrar todos los servicios públicos (educativos, sanitarios y sociales), lo que implicaría la coordinación entre administraciones. También propone la creación -con base en esos centros- de unidades móviles de asistencia sociosanitaria para atender a domicilio a las personas con mayor dependencia. Y por último, el FEG aboga por potenciar la interconexión telemática, mejorar los sistemas de información y, sobre todo, visibilizar socialmente las necesidades del medio rural.