La plaga llegó a Galicia en patatas de Canarias que eludieron los controles

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

José Manuel Casal

Agricultura cree que fueron particulares quienes introdujeron el tubérculo infestado

16 feb 2017 . Actualizado a las 12:36 h.

La llegada a Galicia de patata procedente de las Islas Canarias de manera irregular es una de las principales hipótesis que maneja la Administración central para explicar la presencia de la polilla guatemalteca -Tecia solanivora- en suelo gallego, un hecho que tiene en jaque a 31 ayuntamientos del norte de las provincias de A Coruña y de Lugo ante la expansión de una plaga que afecta de forma significativa al tubérculo. Es decir, que la polilla habría llegado fuera de los cauces comerciales. Esto es lo que se desprende de las primeras investigaciones llevadas a cabo por el Ministerio de Agricultura. Fue precisamente Canarias el primer lugar en el que apareció la plaga en España, en 1999.

«No ha sido a través de una operación comercial, ya que desde la comunidad insular no se permite enviar patata a la Península por la existencia de la polilla. Es por ello que cabe la posibilidad de que algún particular trajera a Galicia una pequeña cantidad de manera irregular para uso propio. Con todo, es importante señalar que se trata de una hipótesis y no de un hecho comprobado», precisaron ayer fuentes del Gobierno a Europa Press.

Los consejos

En línea con lo argumentado ya por el Gobierno gallego, desde la Administración central argumentan que la expansión de la plaga dependerá de la concienciación de los productores y de la correcta aplicación de las medidas oficiales establecidas.

La primera vez que se detectó la polilla guatemalteca en Galicia fue en el 2015 en los ayuntamientos coruñeses de Neda, Ferrol y Narón. Hasta la fecha se ha extendido a un total de 31 municipios de las comarcas de Ferrolterra y A Mariña Lucense, en cosechas destinadas al autoconsumo.

El sector gallego que se dedica a la producción y a la comercialización de la patata confía en que la Administración central apruebe cuanto antes el decreto que establecerá cómo actuar en las zonas afectadas. Es decir, si se confirma o no la prohibición de plantar - tal y como propone la Xunta- y qué régimen de sanciones se establece. Agricultura estima que la norma estará lista en las próximas semanas, sin aclarar una fecha concreta.

Mientras tanto, el desconocimiento que tienen los productores ante lo que pueden o no hacer, y la inseguridad y desconfianza de miles de pequeños agricultores domésticos, son los principales problemas que se derivan del retraso en la aprobación de esta norma.

Los técnicos de Medio Rural confían en la efectividad de las medidas aplicadas hasta ahora para contrarrestar la plaga y que no llegue ni a Bergantiños ni A Limia, las dos grandes áreas productoras de patata de la comunidad y donde se concentran el 90 % de los productores de la Indicación Xeográfica Protexida Pataca de Galicia (IXP).

El peligro de los almacenes

Hasta ahora, se han adoptado en Galicia iniciativas como la colocación de trampas para capturar el insecto, la aplicación de métodos fitosanitarios, la destrucción de lotes de patatas contaminadas y otras actuaciones para controlar la movilidad de los tubérculos. No ha habido soluciones extraordinarias a la espera del decreto del Gobierno.

En lo tocante al papel que juegan los almacenistas en la erradicación de la polilla, Agricultura recuerda que «en los almacenes se puede propagar esta plaga si entran patatas infestadas y entran en contacto con otras sanas». «Por ello, es importante que los almacenes no adquieran patatas de zonas infestadas, y, en caso de detectarlas, proceder a su destrucción y desinfestar en profundidad sus instalaciones».

Asturias vigilará los mercados para comprobar el origen de los productos

El Principado de Asturias hizo públicas ayer las medidas que pondrá en marcha para atajar el avance de la plaga en ocho ayuntamientos de la comunidad, limítrofes con Galicia. Además, otros tres fueron declarados zonas de especial vigilancia. Entre otras medidas, el Gobierno asturiano insta a las administraciones locales a reforzar la vigilancia en los mercados para comprobar la procedencia de las patatas que están a la venta. Si el origen es alguno de los concellos afectados por la polilla se impedirá su comercialización y los tubérculos serán destruidos.

Además, los establecimientos que vendan patatas deberán recabar de los compradores sus datos personales, domicilio y teléfono de contacto. También la cantidad adquirida y dónde la van a sembrar. El Principado no prohíbe la plantación en esos ayuntamientos donde apareció la plaga, aunque recomienda no hacerlo. Pero si se siembra, el agricultor deberá anotarse en un registro para realizar un censo.

Destruir patata contaminada

Igual que en Galicia, la detección de la plaga en tubérculos que se localicen en almacenes o cultivos, de los municipios afectados o no, implicará su inmediata eliminación controlada.

Estas medidas tendrán carácter preventivo y estarán vigentes hasta que el Ministerio de Agricultura publique el real decreto que establecerá el programa nacional de control y erradicación del patógeno, que seguramente prohibirá los cultivos.