El Facebook le salvó la vida

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

CAPOTILLO

La popular red social permitió a la Guardia Civil localizar a un vecino de Ponte Caldelas e impedir su suicidio

02 feb 2017 . Actualizado a las 08:47 h.

A última hora de la tarde del martes, una llamada puso en alerta a la Guardia Civil de Pontevedra. Un vecino de Barcelona, visiblemente angustiado, se acababa de poner en contacto con el Centro Operativo de Servicios. Al otro lado de la línea, el agente Luis Uxío: «Pedía auxilio para un familiar -su tío- y no teníamos más que su teléfono y como domicilio un concello, el de Ponte Caldelas, completo».

Desde la Ciudad Condal le explicaron que el hombre, de 53 años, tenía problemas psicológicos y que estaba sufriendo una crisis de ansiedad.

Al tiempo que comenzaba a realizar toda clase de gestiones para tratar de localizar la vivienda de Ponte Caldelas, Luis Uxío, con veintisiete años de servicio en el instituto armado, comunicó la incidencia al puesto de esta localidad pontevedresa. La mala suerte hizo que ninguno de los agentes conociese a este hombre, que tampoco contestaba a las llamadas telefónicas. «Los domicilios que nos salían a nosotros estaban en Tarragona», apunta.

No pasó mucho tiempo hasta que observaron que mantenía abierto un perfil de Facebook. Mientras este agente lo verificaba desde su puesto en la comandancia de Pontevedra, sus compañeros Jesús Castellano y Joaquín Pérez lo comprobaban desde sus respectivos smartphones. Esto les permitió determinar que, entre sus amistades, se encontraba un negocio ubicado en la parroquia de Forzáns. «Me puse en contacto y fue la titular del comercio la que me dijo que justo mis compañeros acababan de salir de allí y se dirigían directamente a la casa de esta persona».

«La verdad es que no teníamos demasiadas esperanzas. Solo nos dan un nombre y nos dicen que puede residir en el ayuntamiento de Ponte Caldelas... Y es enorme», explica Jesús Castellano. Matiza que lo único que pudieron reconocer en el perfil de Facebook fue el local de Forzáns y, a la postre, fue lo que evitó lo que pudo haber sido una desgracia.

«Encontramos al señor sentado en el bajo de su casa. La puerta estaba abierta y tenía autolesiones en el cuello, las muñecas... Estaba bastante nervioso. Quería autolesionarse sí o sí». Esta escena les quedó grabada a ambos, que trataron de tranquilizar y calmar a su interlocutor, al tiempo que le ofrecían la posibilidad de requerir la presencia de los servicios sanitarios del 061.

Fueron momentos de mucha tensión. De hecho, en un momento dado, el hombre sacó literalmente de la manga un cuchillo grande. En ningún momento amenazó a los agentes, pero sí les pedía que le disparasen.

A pesar de los requerimientos de los agentes, no solo no quería soltar el cuchillo, sino que con su otra mano asió un machete. La escena se prolongó durante varios minutos, en los que este hombre, si bien no se mostraba amenazante, pedía reiteradamente que le disparasen.

La situación podía ser, cuanto menos, explosiva, pero los agentes demostraron aplomo y psicología. Poco a poco, fueron convenciendo a su interlocutor de que depusiese su actitud, y finalmente terminaron convenciéndolo de que dejase a un lado ambas armas y permitiese que lo condujeran hasta una ambulancia. «Y no llegamos a sacar el arma de la funda», apuntó Castellano.

De este modo, se enteraron de la dura situación por la que atraviesa este vecino de Ponte Caldelas, quien, por cuestiones personales, vive solo después de haber tenido que dejar su vida en otra ciudad y sin apenas medios económicos. «No tiene para comprar butano, para calefacción».