La sequía deja los ríos gallegos con ocho veces menos agua que hace un año

Susana Acosta
S. Acosta REDACCIÓN / LA VOZ

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Un informe oficial reconoce que el caudal del Miño es ahora especialmente bajo en su cabecera

25 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La ausencia de lluvia de estos dos meses ha hecho también mella en los ríos gallegos. No solo los embalses se encuentran bajo mínimos, los caudales han descendido notablemente con respecto a enero del año pasado. Tanto es así que la mayoría transportan ocho veces menos agua que hace un año.

El Miño, el río más largo y caudaloso de Galicia, mueve un 87,5 % menos de agua que hace doce meses. La situación es tal que hasta la Confederación Hidrográfica Miño-Sil reconoce en el informe que realizó antes de declarar la prealerta de sequía que son «especialmente bajos» los caudales en la cabecera del Miño, el río Azúmara en Beguntillo, el río Sarria en San Xulián (O Páramo), el río Narla en Gondai y el río Neira en O Páramo. Todos ellos en la provincia de Lugo. Además, el Sil, el principal afluente del Miño, circula con casi un 92 % de agua menos, especialmente en el Barco de Valdeorras. También el caudal del Arnoia descendió un 92,3 %. Asimismo, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil destaca el bajo nivel de agua que transportan los ríos Avia en Leiro y Ribadavia, así como el Limia y el Caldo, en la provincia de Ourense.

En la provincia de Pontevedra circulan especialmente bajos el río Tea, en Ponteareas y Mondariz, y el Louro en O Porriño. En el caso del Lérez, su caudal ha caído hasta un 90 %. Y en la provincia de A Coruña, el Ulla y el Tambre transportan un 85 y un 81 % menos de agua, respectivamente. También el Eume, circula con un caudal ocho veces inferior que hace un año.

La Confederación Hidrográfica Miño-Sil, que gestiona las cuencas de estos dos grandes ríos, además de otras en Pontevedra, Ourense y Lugo, tiene muy clara la causa de este descenso tan acusado en los caudales: la falta de lluvia. De hecho, indica que en el actual año hidrológico -que se inicia en octubre- las precipitaciones acumuladas medias en la provincia de Lugo a principios de enero han sido de 194,6 litros por metro cuadrado, un 60 % por debajo de la media histórica, que se sitúa en 484,4 litros por metro cuadrado. Es decir, que lo normal hubiese sido que se registrase en torno a 480 litros por metro cuadrado de lluvia desde que comenzó el otoño. En la provincia de Ourense, se acumularon de media, desde el 1 de octubre hasta principios de enero, un 59 % menos de lo que viene siendo habitual, mientras que en la provincia de Pontevedra el porcentaje fue del 53.

Octubre y noviembre han sido los meses en que ha llovido más días. Sobre todo, del 11 al 23 de octubre y del 1 al 28 de noviembre. Una situación que contrasta con la registrada en diciembre y enero, en el que apenas ha llovido de forma generalizada ocho días.

Sin alarma

Por su parte, Augas de Galicia, la entidad dependiente de la Consellería de Medio Ambiente y que gestiona la cuenca hidrográfica Galicia-Costa, reconoce el bajo nivel de los caudales con respecto a lo que cabría esperar para esta época. Aun así, insiste en no transmitir un mensaje de alarma hasta el momento en ninguno de los ríos que gestiona.

Una situación que podría cambiar si sigue sin llover nada en las próximas cuatro semanas. Pero todo parece indicar que el tiempo seco y soleado va a ser historia. El frente que esta noche llegará a Galicia permitirá, al menos, dar una tregua a esta situación. Además, se espera que haya un cambio de tendencia, es decir, que Galicia abandone la estabilidad de estos meses, aunque tampoco se esperan grandes cantidades de precipitaciones para los próximos días. Habrá que esperar para ver cómo evolucionan las lluvias y si dejan unas cantidades significativas de agua.

Vuelve la lluvia, suben las mínimas hasta 8 grados a partir de esta noche y habrá un cambio de tendencia

A partir de esta noche, la sequía nos dará un respiro. Un frente entrará en Galicia, aunque no será muy activo. No se esperan grandes cantidades de lluvia para estos días. De hecho, los cielos comenzarán a nublarse progresivamente desde el oeste, comenzará a llover débilmente esta tarde en la franja atlántica y se generalizan las precipitaciones en toda la comunidad por la noche.

«Non serán cantidades importantes de chuvia. Quizais o máis significativo é que chova despois de tantos días de tempo seco e soleado. As chuvias máis intensas espéranse para o xoves. Nos puntos onde máis choverá, que será na franxa atlántica, poderanse acumular entre dez ou vinte litros por metro cadrado, que non son valores excepcionais. Iso será nas zonas onde máis choverá, porque nalgúns puntos non se chegará nin aos dez litros», comentó María Souto, de Meteogalicia.

Otro de los aspectos a destacar en los próximos días será que ascienden considerablemente las mínimas. Las heladas dejarán de ser protagonistas y darán paso a mínimas suaves para la época del año. Así, en algunos puntos como en Ourense la mínima de mañana subirá hasta ocho grados con respecto a hoy, y en el caso de Lugo la subida será de siete grados. Pontevedra subirá seis grados, Santiago cinco y A Coruña cuatro, al igual que Vigo.

Además, se modifica la previsión del fin de semana y se abre un período de inestabilidad meteorológica para la próxima semana. Hace unos días se contemplaba la posibilidad de que Galicia estuviera de nuevo bajo la influencia anticiclónica a partir del sábado, pero no será así y para el domingo también se esperan lluvias en toda la comunidad: «O que si se observa é que hai un cambio de tendencia. Rómpese a tendencia de tempo seco e soleado e haberá días de máis chuvia, así como a perda da influencia anticiclónica», advirtió la meteoróloga María Souto.

La empresa que limpia las calles reduce el baldeo

Las medidas de control derivadas de la prealerta por sequía llegan al ámbito urbano. El Concello de Ourense ha remitido un escrito a la empresa concesionaria de la limpieza viaria para que reduzca a la mitad el baldeo que se realiza en las calles. De esta manera, el gobierno de la tercera ciudad de Galicia atiende a una de las recomendaciones realizadas por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil para el ahorro de suministro en usos y destinos no prioritarios.