Galicia ha perdido 10.556 empleos por las trabas a contratar funcionarios

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Personal en las Administaciones públicas
La Voz

La Xunta convocará este año oposiciones para cubrir un mínimo de 2.700 plazas

14 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis económica ha hecho adelgazar a la función pública como ninguna otra circunstancia antes había influido en el recorte de puestos de trabajo en las administraciones central, autonómica y local. Desde el 2011, el primer ejercicio en el que se decretó la absoluta prohibición de reponer los puestos vacantes y tratar de contener así el déficit público, al 2016, cuando se volvió a abrir el grifo permitiendo cubrir la mitad de las bajas generadas por jubilación, fallecimiento o renuncia, Galicia ha perdido 10.556 funcionarios entre las tres administraciones.

Durante esos seis años cada día desaparecieron de media cinco empleos en las instituciones y organismos públicos en Galicia, haciendo que sus plantillas pasasen en conjunto de los 150.240 efectivos con los que se cerró el 2010 a 139.284 en el recuento que acaba de culminar el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas sobre la segunda mitad del 2016. Hay, pues, un 7,02 % menos de funcionarios en Galicia que al principio de la década, porcentaje que se sitúa un punto por debajo de la media nacional. Canarias, Valencia y Castilla-La Mancha fueron las comunidades donde menos vacantes de funcionarios se cubrieron, mientras que en Navarra creció incluso la plantilla pública y en el País Vasco tan solo disminuyó en un 1,9 %.

Agujero local

De los tres ámbitos competenciales es el de la Administración local, con ayuntamientos y diputaciones, el que se ha visto más perjudicado en Galicia por el adelgazamiento laboral diseñado por el Gobierno central. La plantilla local bajó en la comunidad un 17 % entre el 2010 y el 2016, perdiendo 5.148 trabajadores. Ahora son 25.256 los funcionarios que suman la Administración municipal y provincial en Galicia, mientras que ministerios, agencias estatales, Fuerzas Armadas y cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado dan trabajo de manera directa a otras 27.610 personas. La Administración central fue el segundo estamento que más efectivos perdió en la comunidad, en total 3.273, un 10,5 por ciento del total.

La Xunta, por su parte, no repuso el 2,4 % de las plazas que quedaron vacantes, lo que rebajó su plantilla en 2.135 integrantes, estableciéndola en 86.818 personas.

El próximo martes la Conferencia de Presidentes abordará la posibilidad de eliminar la tasa de reposición en las ofertas de empleo público para puestos de sanidad, educación, servicios sociales y emergencias. Dichas áreas ya gozaron en el 2016 de una tasa de reposición del cien por cien, con lo que se pudo cubrir cada una de las bajas registradas, mientras que en el resto de áreas de la Administración se fijó en un 50 %, es decir, se podía cubrir la mitad de las vacantes generadas durante el año. Este segundo grupo no pudo reponer ninguna plaza entre el 2010 y el 2015, mientras que los cuatro sectores considerados prioritarios sí contaron con la posibilidad de cubrir uno de cada dos puestos libres en el 2015 y uno de cada diez entre el 2011 y el 2014.

Entre las centrales sindicales se baraja que la Xunta vaya a ofertar todas las plazas que queden vacantes tanto en sanidad como en educación y servicios sociales. La Administración autonómica prevé de hecho hacer una oferta pública que como mínimo volverá a contar con 2.644 puestos, como los que se convocaron por oposición en el 2016.

Reclamaciones en el grupo C2

En relación con convocatorias ya en marcha, la Consellería de Facenda ha recibido reclamaciones por la dificultad del segundo examen de las oposiciones del grupo C2, al que se presentaron miles de aspirantes, según informa Elisa Álvarez desde la delegación de La Voz en Santiago. Un total de 411 pasaron la primera prueba y tuvieron que hacer este segundo examen, un ejercicio de informática, que el sindicato Comisiones Obreras critica que presentaba nivel de programador informático, cuando al personal de este grupo se le exige nivel de usuario. Desde Facenda admiten que ha habido quejas sobre algunas preguntas que se están revisando, pero aseguran que el cuestionario es coherente con el temario y con el trabajo que tiene realizar el personal encuadrado en el grupo C2.

Los sindicatos exigen una oferta especial para ocupar todas las vacantes generadas

Las centrales sindicales reciben con precaución el anuncio de la eliminación de la tasa de reposición en los cuerpos prioritarios de la administración. Pero mientras se sustancia dicha posibilidad, coinciden en demandar una convocatoria de empleo público especial con la que cubrir gran parte de las vacantes generadas en los últimos años.

«A bolsa de temporalidade na administración é inmanexable e estrutural e na Xunta supón un 15 % do seu persoal», explica Emilio Doforno, responsable de la sección de Administración autonómica de CC. ?OO. «Hai centros con máis temporais que fixos», añade para apuntar que resultaría insuficiente eliminar la tasa de reposición. CC. OO. reclama que esa tasa crezca en igual número que las vacantes que se produzcan más el volumen de temporales contratados, «que xa cobran como os funcionarios e non alterarían o déficit», concluye Doforno.

El presidente de CSIF en Galicia, José Francisco Méndez, apunta que dar estabilidad a las plazas cubiertas con contratados no supondría un esfuerzo económico para las arcas públicas, por lo que propone una «macrooferta de empleo público» para regularizar las plazas cubiertas temporalmente, evitar la judicialización laboral y adelantarse a otras autonomías que puedan ofertar antes plazas que lleven a emigrar a contratados en Galicia.

Una oferta de empleo pública excepcional también forma parte de las exigencias de UGT, que según Domingo Barros, su responsable de servicios públicos, sería esencial para recuperar parte de la estructura perdida. Además de la eliminación de la tasa de reposición, Barros reclama financiación especial para que las autonomías puedan crear nuevas plazas y que estas sean pactadas con los sindicatos.