«Polo menos ao meu irmán non lle pegaron un tiro»

m. a. OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

El empresario ourensano Miguel Álvarez González acaba de ser liberado tras un mes secuestrado en Venezuela

09 ene 2017 . Actualizado a las 07:43 h.

Está a salvo tras un mes de cautiverio. Miguel Álvarez González, el empresario ourensano secuestrado en Sabana Grande (Venezuela) desde el día 7 de diciembre, fue rescatado el pasado jueves. La policía venezolana lo encontró por casualidad cuando investigaba otro caso. Fue un final feliz para una familia que se ha tenido que acostumbrar a este tipo de sucesos. Como para muchos de los vecinos de la zona, Venezuela fue el destino de su emigración, pero en los últimos años varios parientes de Miguel Álvarez han sufrido secuestros o tiroteos. Casi todos han vuelto ya «polo medo», según relata la hermana del liberado.

Según informan los medios de comunicación locales, cuando los agentes de la policía estatal de Miranda se encontraban en Ocumare del Tuy indagando el asesinato de un compañero, vieron a cinco hombres en actitud sospechosa adentrándose en una zona boscosa y cargando bolsas con comida. Les dieron el alto y se produjo un intercambio de disparos. El comisionado jefe Leopoldo Robles relató después que los secuestradores huyeron y, cuando ellos estaban inspeccionando la zona, un hombre les hizo señales de auxilio. Se trataba de Miguel Álvarez, el ourensano de 74 años secuestrado un mes antes en Sabana Grande. Los agentes encontraron en el lugar tan solo un pasamontañas, de modo que creen que el hombre no estuvo allí todo el tiempo, sino que lo fueron escondiendo en diferentes lugares durante el mes que permaneció bajo custodia de sus captores.

Tensión en Rubiás

El empresario visitaba con frecuencia su aldea natal, Rubiás, que solamente tiene nueve habitantes, en el municipio ourensano de Ramirás. Desde allí su hermana Maruja Álvarez explicaba ayer que Miguel se recupera del trago en una clínica. Según precisaron a los medios de comunicación los agentes que lo rescataron, el empresario presentaba lesiones menores, como raspones y ampollas. Maruja Álvarez desconoce, por ahora, los detalles de lo ocurrido, puesto que recibe las noticias a cuentagotas a través de una hija que vive en Estados Unidos, pero cree que «tivo que pasar un mes negro». Su familia, asegura, ha sufrido la tensa espera, «pero sabe Deus o que pasou el». En todo caso, Maruja Álvarez está contenta: «Agora xa estamos tranquilos. Polo menos xa está libre e non lle pegaron un tiro». Ella desearía que su hermano volviese a casa, tal y como hicieron durante los últimos años otros miembros de la familia que también estaban emigrados en Venezuela: «Todos meus cuñados viñéronse para aquí polo medo. A un tamén o secuestraran e á irmá do meu home matáronlle ao rapaz».

Un amigo fue liberado

Termina así un desafortunado episodio que comenzó el pasado día 7 de diciembre, cuando Miguel Álvarez fue secuestrado en Sabana Grande. Había ido allí a visitar el concesionario de un empresario italiano amigo suyo y ambos fueron raptados cuando se encontraban en el citado negocio. Su compañero de cautiverio fue liberado por sus captores el pasado día 31 de diciembre, pero hasta ahora nada se sabía del ourensano.

Venezuela es, según diversas fuentes, el país en el que se producen más raptos. En los primeros meses del 2016 se incrementaron un 161 %. Se realizan en torno a 25 secuestros al día.