Diana Quer: callejones sin salida

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

Las líneas de investigación seguidas no permiten señalar a nadie ni localizar el paradero de la joven

08 ene 2017 . Actualizado a las 13:57 h.

La desaparición de Diana Quer todavía se mueve, atendiendo al tiempo medio que conlleva la resolución de un suceso así (ocho meses), en los plazos establecidos para resolver policialmente el caso. Aunque esto no implica dar con el paradero de esta joven madrileña que fue vista por última vez en la madrugada del 22 de agosto cuando regresaba a su casa de verano en A Pobra. La parte negativa de esta lectura es que se trata de un caso complejo que, en estos cuatro meses y medio, no motivó detenciones por una sencilla razón: las líneas de investigación en las que se invirtió más tiempo acabaron en callejones sin salida, con el agravante de que las pistas que se manejan en la actualidad no son concluyentes y apuntan en direcciones enfrentadas.

SOSPECHOSOS

¿Puede hablarse de personas concretas? Tanto la UCO como la Policía Judicial de A Coruña han tenido en el punto de mira a personas perfectamente identificadas, que fueron señaladas y seguidas de cerca al ser consideradas sospechosas de participar en la desaparición o, al menos, de saber qué le pasó a Diana. El problema es que esos indicios no se transformaron en pruebas sólidas que aporten luz al caso. Fruto de ese trabajo pudo situarse en Boiro a, al menos, un sospechoso que estaría vinculado al tráfico de drogas. Los feriantes asentados en A Pobra el 22 de agosto con motivo de las fiestas fueron otra línea que se siguió, pero sin resultados. Basta decir que la Guardia Civil se desplazó a O Porriño y Ponteareas (con asentamientos arraigados de feriantes) para buscar, sin éxito, pistas.

TESTIGOS DE TARAGOÑA

¿Fue Diana vista en el muelle? La Guardia Civil dio credibilidad, durante semanas, a lo manifestado por un par de personas que aseguraron haber visto a la joven, en compañía de varios hombres, en el muelle de Taragoña. Tanto es así que dichos testigos tuvieron que declarar en numerosas ocasiones ante la Guardia Civil y fueron altamente presionados para que guardaran silencio. Lo cierto es que estos declarantes aportaron datos concretos e, incluso, habrían reconocido un coche en una foto mostrada por la Guardia Civil, pero el paso del tiempo y la ausencia de avances denotan que esa línea de investigación volvió a chocar con otro muro rocoso.

Teléfono de la joven

No aportó lo esperado. Hace semanas que el contenido del móvil de Diana Quer encontrado en el entorno del muelle de Taragoña está descifrado. En este caso, nuevamente, la falta de movimientos en clave policial denota que ni el dispositivo ni la tarjeta SIM dieron la información que se esperaba.

MÓVIL DE LA DESAPARICIÓN

Sin concretarse. A pesar de los meses de trabajo ingente, y de la cantidad de recursos aportados, a día de hoy no puede asegurarse cuál fue el móvil de la desaparición, hasta el punto de que no está claro si Diana Quer se ausentó de forma voluntaria (con la intención de volver) o forzada, lo que por sí solo ya resulta sintomático.

La gran pregunta

¿Viva o muerta? Esta incógnita, cuatro meses y medio después de iniciarse el caso, pone nuevamente de manifiesto hasta qué punto las incontables horas de trabajo realizadas por la Guardia Civil no han dado el resultado deseado. La hipótesis principal es que, dado que desapareció en verano, el cuerpo, de estar Diana muerta y en un espacio abierto, tendría que haber sido detectado por el olor, sobre todo por ser una época en la que los espacios naturales, como los montes, son muy concurridos.

LA ENÉSIMA NOVEDAD

El correo suplantado. La Guardia Civil, en este caso, no invirtió demasiado tiempo al constatar que el correo electrónico recibido por SOS Desaparecidos en nombre de Diana Quer no había sido redactado por ella. Basta decir que, aún así, SOS Desaparecidos presentó una denuncia para que sea investigado, algo que los agentes encargados del caso Diana Quer podrían haber hecho ellos mismos.