La AP-9 está amortizada solo al 28 % pese a llevar 38 años en servicio y restarle 31 más

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

M.MORALEJO

Audasa ha recaudado en peajes 2.519 millones de euros, y uno de cada tres ya es beneficio neto

07 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Treinta y ocho años han transcurrido ya desde que la autopista del Atlántico levantó la primera de sus barreras de peaje y en ese tiempo ha ingresado 2.519,1 millones de euros. Pero esos 69,97 millones de que media han dejado al año los usuarios de la AP-9 apenas han servido para amortizar un vial cuya explotación mediante peaje está previsto que continúe otros 31 años más.

El informe anual que sobre el sector de las autopistas acaba de confeccionar el Ministerio de Fomento mantiene que la principal autopista gallega únicamente está amortizada en un 27,8 %. En el estudio se cifra en 1.555,6 millones de euros el capital invertido hasta ahora en la construcción, mejora y mantenimiento de los 219 kilómetros que cruzan Galicia desde Ferrol y A Coruña hasta Tui. Y se añade que de momento se han destinado a la amortización de lo gastado por la concesionaria y las sucesivas sociedades que la han representado solo 423,7 millones de euros.

Faltan 1.122 millones

A las doce de la noche del 18 de agosto del 2048 esa cuenta deberá dar como resultado cero pero, según los cálculos de Fomento, a Audasa aún le resta recuperar 1.122,9 millones invertidos. El trabajo comparativo que el ministerio aborda analizando el sector en las treinta concesiones tanto de la red estatal como de las cinco autonomías con infraestructuras de peaje propias (Galicia, País Vasco, Cataluña, Navarra y Baleares), desvela que la concesionaria de la AP-9 no comenzó a amortizar la inversión que desembolsó en la autopista hasta 1994, veintiún años después de que se le concediese la construcción y explotación del vial y diez más tarde de que el Estado adquiriese la totalidad de las acciones de la sociedad tras su fracaso inicial. Los elevados gastos financieros en los que se incurrió en el arranque de la infraestructura y que sus dos tramos abiertos no estuviesen conectados entre sí hizo precisamente que hasta el 94 la concesionaria no abandonase las pérdidas.

Pero desde el arranque de las amortizaciones la cifra destinada a tal fin no ha sido nunca destacable. En el 2015, último ejercicio contable auditado e incluido en el estudio de Fomento, los ingresos por peajes llegaron a 132,2 millones de euros, y en cambio las amortizaciones se quedaron en 32,3 millones mientras que los beneficios netos, los que se repartieron los accionistas de Audasa liderados por Citi Group, llegaron a 44,6 millones, según el balance presentado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Beneficios acumulados

Desde el 2012 la empresa que explota la AP-9 reserva alrededor de 32,5 millones de euros para recuperar lo invertido en la autopista, cifra que disminuyó considerablemente en los ejercicios anteriores, salvo en 1998, cuando dicha partida alcanzó 41,7 millones de euros y un año antes otros 35,6.

Desde que la principal autopista gallega dejó atrás las pérdidas, sus beneficios antes de impuestos alcanzan la cifra de 1.121 millones de euros, cantidad a la que se sumará el resultado del 2016, que apunta será el mejor de la década con la continuidad en la recuperación paulatina de los tráficos existentes antes del inicio de la crisis.

Los gastos de explotación de la AP-9 se situaron en el 2015 en 26,2 millones de euros, resultando en la cuenta final que uno de cada tres euros que se queda en las cabinas de peaje de la autopista se convierte en beneficio neto para Audasa.

Las otras tres autopistas están pagadas en un 15 %

Las dos autopistas de titularidad autonómica, la AG-55 (A Coruña-Carballo) y la AG-57 (Vigo-Baiona) alcanzan una amortización del 14,9 %, según el estudio realizado por Fomento. Fijada su reversión y eliminación del peaje para el 2045 tras ser abiertas en 1997 y 1999 respectivamente, acumulan una recaudación en peajes de 204,1 millones de euros y unos beneficios antes de impuestos de 73,9 millones de euros.

La amortización de la AP-53 (Santiago-Dozón) se sitúa en un 15,3 % pero aún le restan 57 de explotación. Ha recaudado 106,9 millones en 14 años de peajes.