Juan Rodríguez Garat: «Debemos aceptar que, en un mundo complejo, la seguridad no es gratuita»

Álvaro Alonso Filgueira
ÁLVARO ALONSO FERROL / LA VOZ

GALICIA

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«La Armada no tenía barcos de tanto prestigio mundial como los de Ferrol desde hacía ya más de dos siglos»

02 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Juan Rodríguez Garat (Ferrol, 1956) ingresó en la Armada en 1974 y, después de haber ocupado numerosos puestos, ha llegado a la cúpula de la Marina: es desde el pasado 10 de octubre el almirante de la Flota, con mando en Rota (Cádiz). ¿Cuál es su misión? Como él mismo explica, «proporcionar opciones militares que contribuyan a resolver algunos de los problemas de los que nos informa la prensa todos los días» y, por otro lado, «la formación de marinos con valores y con experiencia» que responderán «a desafíos nuevos, en un escenario global cambiante».

-¿Cómo ha vivido las primeras semanas en el puesto?

-Con la ilusión del novato, en la Armada siempre estamos aprendiendo cosas nuevas. Y también con la alegría de a quien le ha tocado en la lotería de la vida uno de los mayores premios a los que un marino puede aspirar. Eso sí, sin mucho tiempo para pensarlo, porque la agenda es muy exigente.

-¿Cuál es el estado actual de la Flota española?

-Recuperado en los últimos años el nivel de actividad, la Flota se siente cómoda con las misiones que se asignan a sus unidades. En los últimos años, muchos marinos han tomado parte en operaciones en las aguas que rodean Somalia y Libia, en el golfo de Guinea, en misiones científicas por todo el mundo o en operaciones de vigilancia marítima en nuestras áreas de interés. En tierra, los infantes de marina han estado en el Líbano, Afganistán e Irak, entre otras áreas de conflicto. En todos estos lugares lo hemos hecho bien y estamos satisfechos de nuestro presente, lo que no impide que la Flota tenga, además, la importante responsabilidad de contribuir a planear su futuro realimentando desde el terreno el proceso de definición de las unidades que han de relevar a las actuales.

-¿Y las unidades que tienen base en Ferrol?

-Como es sabido, las fragatas de la clase Álvaro de Bazán [las F-100] se encuentran entre los mejores buques de guerra del mundo. La Armada no tenía barcos de tanto prestigio quizás desde el navío Santísima Trinidad, hace ya más de dos siglos. Prueba del éxito de los diseños de Navantia es la aceptación internacional de la Cristóbal Colón y el Cantabria. Aunque estén un poco más alejados del foco de las noticias, en Ferrol tienen también su base muchos de los patrulleros de altura que velan por nuestra seguridad en el ámbito marítimo y una unidad señera de la Infantería de Marina: el Tercio del Norte. Pero más importantes que las unidades son las personas y, en mi última visita a Ferrol [8 de noviembre], he podido apreciar que las dotaciones están motivadas y la moral es buena.

-Las embarcaciones españolas continúan siendo protagonistas a nivel internacional...

-En los ámbitos marítimo y militar en los que yo me muevo, España contribuye solidariamente al esfuerzo de sus aliados. Desde una posición de liderazgo político en ocasiones, pues es sabido que España se involucró muy activamente en la génesis de la operación Atalanta contra la piratería en Somalia, o desde el apoyo leal a las decisiones colectivas de las diversas organizaciones de que formamos parte [ONU, UE y OTAN], las unidades de la Armada están presentes en todos los teatros de operaciones que nos preocupan y son parte de la solución a algunos de los problemas de seguridad que se nos plantean.

-María Dolores de Cospedal es la nueva ministra de Defensa. ¿Ha hablado con ella?

-Ya ha tenido la deferencia de saludar a los oficiales del Consejo Superior de la Armada. Su mensaje fue claro: su orgullo por la responsabilidad que asume, su perspectiva sobre los próximos Presupuestos, que ha quedado ya firmemente expresada en el Congreso, y su interés por retomar el desafío de fomentar la conciencia de defensa en nuestra sociedad, algo que va más allá de la buena opinión que tienen nuestros conciudadanos de las Fuerzas Armadas e incluso más allá del reconocimiento de la importancia de la seguridad para el desarrollo pacífico de España. Es también necesario que nuestra sociedad asuma plenamente que, en un mundo complejo como el que vivimos, la seguridad no es gratuita.

«Hay que destacar nuestra contribución a erradicar la piratería»

En su valoración del recién concluido 2016, el almirante hace un balance positivo.

-Para la Flota ha sido un buen año. En el entorno internacional, destacaría nuestra contribución a la erradicación de la piratería en el océano Índico y, muy particularmente, la operación Sophia, contra los traficantes de personas en el Mediterráneo. En el caso de los buques de Ferrol, destacaría el esfuerzo que supone para nuestras fragatas haber llevado la insignia del mando de una de las fuerzas navales permanentes de la OTAN. Y, en otro orden de cosas, el prestigio que lleva consigo el despliegue del Patiño en Canadá para apoyar a la Marina de ese país, que hoy carece de buques logísticos. Siempre hay margen de mejora, pero estoy muy satisfecho de buques y dotaciones. Todos han estado a la altura.

-Como ferrolano que es, ¿qué opina de la situación de la Armada en la ciudad?

-Tanto la Armada en cuanto institución como las personas que la sirven estamos encantados con nuestro compromiso con Ferrol, a pesar de la ocasional lluvia y a pesar de que el Racing este año no nos está dando todas las satisfacciones que esperábamos. Otra cosa es lo que Ferrol crea que la Armada le aporta y, sobre eso, me gustaría recordar que en la ciudad están destinados más de 3.600 militares y más de 500 civiles, lo que supone un 20 % de nuestros efectivos; que nuestros buques más capaces han sido construidos en Ferrol, donde está su base y donde se realiza su mantenimiento, con lo que ello supone en términos de actividad económica; y que es en las escuelas de Ferrol donde se forman nuestros marineros, donde obtienen sus títulos de formación los suboficiales del cuerpo general y donde se especializan casi todos los oficiales y suboficiales de nuestros buques.