Un sector de En Marea trata de evitar que Luís Villares lidere la organización

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Marcos Míguez

El alcalde de A Coruña, reacio a repetir el modelo de los partidos convencionales

14 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Luís Villares es el líder indiscutible del grupo parlamentario de En Marea, donde ejerce como portavoz. Ahora bien, está por ver que vaya a ser el referente orgánico de un proyecto político autoproclamado como ciudadano, pero donde tres fuerzas - Anova, Podemos y Esquerda Unida- se reparten el control. Un sector de la organización quiere impedir que el proyecto político se inspire en el modelo clásico, donde el secretario general y el líder parlamentario conviven en la misma persona. Pasó con Fraga, con Touriño, con Feijoo. Y es la nota común en el panorama político comparado.

La resistencia de un sector de En Marea a que Luís Villares sea su referente orgánico se deduce de las dos posiciones que se discuten para el plenario que tendrá lugar el próximo sábado, una suerte de asamblea nacional que luego dará lugar a una segunda convocatoria en enero para designar a la dirección.

Una de las posiciones abre la puerta a que los diputados del Parlamento y el portavoz del grupo puedan formar parte de la ejecutiva, órgano que en En Marea llaman consello. Pero hay otro sector que apuesta por impedir que los cargos electos tanto en O Hórreo como en el Congreso puedan ocupar puestos orgánicos, salvo como miembros natos. Es decir, si Villares quiere ser el equivalente a un secretario general tendría que dimitir como diputado y, en consecuencia, dejar de ser el referente parlamentario. La mera existencia de esta ponencia revela que hay un sector de En Marea que no quiere a Luís Villares como líder de la organización.

En esa posición está la Marea Atlántica y su líder, el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro. El pasado domingo, 11 de diciembre, esta corriente aprovechó una entrevista radiofónica del regidor para lanzar una frase en su cuenta oficial de Twitter: «Establecer un liderado clásico e unilateral para En Marea pode supoñer perder á xente que se mobilizou despois do 15-M».

Un comentario que contó con el visto bueno de Yolanda Díaz, diputada y líder de Esquerda Unida en Galicia, y también de Rubén Pérez, responsable de la organización y su referente político en Vigo. También apoyaron el tuit políticos de Podemos como Antón Gómez Reino, próximo a Xulio Ferreiro. Es decir, Marea Atlántica, Esquerda Unida y un sector de Podemos están por impedir que Luís Villares sea a la vez el referente parlamentario y el líder orgánico.

Un asunto que genera algo más de división en Anova y en la corriente Cerna, las patas nacionalistas de En Marea, y donde el actual portavoz parlamentario cuenta con muchas más simpatías. El sábado será una cita clave para dilucidar el desenlace de un pulso en el que el alcalde de A Coruña parece haber tomado ventaja.

El sábado tendrá lugar el plenario que dará pie a unas primarias el 21 y el 22 de enero

Ampliar la base social de un proyecto político en construcción es el principal reto al que se enfrenta En Marea, que este sábado celebra el plenario, una convocatoria de la que saldrá el documento político; es decir, las tesis oficiales de la organización, pero también el reglamento de primarias que dará luego pie a la elección del consello das mareas, el máximo órgano de dirección, y que saldrá elegido los días 21 y 22 de enero.

En Marea se define como un proyecto político «popular, democrático, radical, republicano y de ruptura», un instrumento para «proyectar» un tiempo nuevo. Las grandes desavenencias no están tanto en la línea ideológica, es decir, en el campo político, como en las cuestiones orgánicas, o lo que es lo mismo, en el reparto de poder y en los liderazgos, lo cual dibuja una gran paradoja: cómo los proyectos que canalizan las demandas ciudadanas por el malestar social, la nueva política, mantiene también las luchas internas de los viejos partidos.

Es un caso similar, por ejemplo, al de Podemos a nivel de todo el territorio nacional, donde el sector liderado por Pablo Iglesias libra una encarnizada batalla con el que encabeza Íñigo Errejón.