Podemos traslada su guerra interna a Galicia

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

El sector errejonista intenta socavar el poder de Carmen Santos para tomar el control del partido en la comunidad

11 dic 2016 . Actualizado a las 21:47 h.

La politóloga Carmen Santos, secretaria general de Podemos Galicia, es desde el pasado mes de abril la principal referente orgánica de su partido en Galicia, elegida además por las bases, pero no tardó en descubrir, como le ocurrió antes a su antecesor en el cargo, Breogán Rioboo, que eso no es garantía de nada.

Al día siguiente de vencer en las primarias a la errejonista Ángela Rodríguez, la posición de Santos empezó a ser socavada en algunos chats internos por los mismos que habían derrochado tanta sensibilidad hacia su discapacidad física como para tacharla de «puta coja». Y todavía no había cumplido cuatro meses en el cargo cuando José García Buitrón, entonces aún senador, solicitó formalmente la dimisión de su secretaria general por las condiciones impuestas para confluir con En Marea en las elecciones gallegas del pasado septiembre.

Poco ha tardado Podemos en parecerse a los demás partidos y en calcar la dinámica de las luchas intestinas para hacerse con el control interno de la organización con el propósito de influir en la composición de las candidaturas electorales, las finanzas o decidir quienes han de ser las personas liberadas con sueldo.

Esa pelea por gestionar los haberes y los puestos, que con más o menos intensidad está presente en los grandes partidos, se ha visto agravada en Podemos con la traslación a Galicia de la guerra que dirimen desde hace meses los llamados pablistas y errejonistas, alineados, según sea el caso, con las tesis más extremistas defendidas por Pablo Iglesias o las más populistas y transversales que propugna Íñigo Errejón para llegar al poder.

Como en su día ocurrió con los guerristas y renovadores, en el PSOE, o con las boinas y birretes, en el PP gallego, el partido que se proponía tomar el cielo por asalto acabó sucumbiendo a la dinámica de los bandos, obligando a sus principales referentes a tomar posiciones ante la asamblea Vista Alegre II, que tendrá lugar el próximo febrero.

Los dos bandos

Da la impresión de que Carmen Santos, persona que mantiene una gran sintonía con Carolina Bescansa, pero que también cultiva la complicidad con Pablo Iglesias y, en menor medida, con Errejón, intentó vivir ajena a la guerra de bandos, pero los acontecimientos la están obligando a tomar partido para no sucumbir ante los que intentan forzar su dimisión.

Aunque el respaldo a esta politóloga y funcionaria del CSIC es mayoritario entre las bases de Podemos Galicia, lo cierto es que buena parte de la representación institucional de los podemitas gallegos está en manos de personas afines a Errejón y al ex secretario de Organización, Sergio Pascual, que intentan derribarla del puesto.

Es el caso, por ejemplo, de su rival de las primarias, Ángela Rodríguez, diputada en el Congreso, o del diputado autonómico Marcos Cal, que firmaron el manifiesto Recuperar la ilusión, promovido por Errejón. Lo mismo hicieron miembros de la dirección gallega de Podemos como Sánchez Lombardero, María Moar, Iria López, María José Bóveda o Alfonso Víctor Ferreiro.

Ni siquiera entre los siete diputado que Podemos tiene en el Parlamento gallego, integrados todos ellos en el grupo de En Marea, está asegurada la mayoría de Carmen Santos. A su lado tiene a Juan Merlo, secretario de Organización del partido, y a la socióloga Magdalena Barahona, avalada en su día por Santos como potencial candidata a la Xunta. Pero la mayoría cae del otro, con los nombres de Marcos Cal, Pancho Casal, Luca Chao y Paula Quinteiro posicionados tan a la contra que a punto estuvieron de abortar la posibilidad de que Carmen Santos se convirtiera en viceportavoz de En Marea, algo que finalmente fue posible porque tanto Anova como Esquerda Unida salieron a su rescate.

El debate sobre la estrategia política a seguir por Podemos para conquistar el poder, que divide a pablistas y errejonistas a nivel de todo el Estado, está aderezado en Galicia con algunos ingredientes más domésticos que rozan el plano personal. El sector más errejonista está empeñado en mantener la presión para derribar a Santos. En algunos medios del partido especulan ya con una dimisión en bloque de parte del equipo de dirección para obligarla a presentar la dimisión antes del consejo ciudadano del próximo día 21. Pero desconocen la pasta de la que parece estar hecha Carmen Santos que, como Breogán Rioboo, aguantará hasta donde haga falta.