Feijoo en su toma de posesión: «hai que mollarse por Galicia»

J. Capeáns / S. Luaña / D. Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

JUAN CAPEÁNS / ATLAS / VTELEVISIÓN

El presidente de la Xunta se ha emocionado al recordar a su padre, fallecido el año pasado, y al aludir a su futuro hijo, cuyo nacimiento está previsto para febrero. Al finalizar el acto se fundió en un abrazo con su pareja, Eva Cárdenas. A la ceremonia han asistido Mariano Rajoy, Ana Pastor y los expresidentes de la Xunta Laxe y Touriño

12 nov 2016 . Actualizado a las 18:36 h.

Alberto Núñez Feijoo prometió por tercera vez su cargo como presidente de la Xunta en un acto celebrado en el Parlamento, en Santiago, y en el que participó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; la presidenta del Congreso, Ana Pastor, decenas de cargos institucionales de la comunidad y de España y miembros activos de la sociedad gallega que han acompañado a jefe del Ejecutivo en la que previsiblemente será su última toma de posesión.

Rajoy tuvo palabras de halago en sede parlamentaria hacia el presidente gallego y su capacidad para seducir con su proyecto, pero en todo caso le deseó suerte «porque siempre viene bien». En su discurso, leído sobre un papel con su letra, prefirió hacer memoria: «Soy gallego, nací en Santiago, aquí estudié en Derecho y estuve en el primer Parlamento de Galicia en 1981. Vienen a mi memoria recuerdos que inspiraron reflexiones».

Rajoy recordó los tiempos en los que compartía piso y despacho en la Rúa do Vilar como ejemplo de los escasos medios con los que arrancaba la autonomía. «Los políticos inauguraban la luz eléctrica en los pueblos, ir hasta Padrón llevaba 45 minutos y por Pedrafita se iba a 10 kilómetros por hora; 35 años después las cosas han cambiado a mejor, por más que nos hayan golpeado cinco años de crecimiento negativo. Galicia prospera, queda mucho por hacer ,pero lo que se ha hecho fue por el talento y el coraje de los gallegos, pero porque hay un marco institucional estable», destacó. El «primer ministro», como lo llamó Feijoo, volvió a desear suerte al final de su intervención, y se puso «a disposición» de los gallegos y de Galicia, «que tiene todo para triunfar en el siglo XXI».

Recuerdo de los expresidentes

El presidente de la Xunta volvió a incidir en un discurso de unidad, se acordó de los expresidentes -Albor, Laxe y Touriño estaban presentes- y remarcó su agradecimiento hacia los portavoces parlamentarios, que también acudieron a un acto en el que hace cuatro años hubo ausencias. Tuvieron también su reconocimiento público los alcaldes y exalcaldes de las principales ciudades, muchos en la sala, a los que hizo copartícipes de la construcción de la autonomía. «Galicia sabe o que quere», proclamó, y aprovechando la presencia de Rajoy señaló que él no participará en ningún debate territorial que cuestione la unidad de España, pero también reivindicó que no haya ningún gallego que se quede atrás, para lo que cree necesario que existan «metas definidas por todos».

«A lembranza dun galego que non está»

Hubo también momentos para los más cercanos. Su familia, con su madre, su hermana y su pareja a la cabeza, estuvieron muy cercanos a Feijoo, que hizo un alto en su discurso para «a lembranza dun galego que non está», por su padre, fallecido este verano, pero dijo vivir «coa ilusión dun galego que está por vir», su hijo.

En el Obradoiro, bajo una intensa lluvia, fue recibido por los gaiteiros al ritmo de la Marcha do Antigo Reino de Galicia, y tuvo una intervención breve para reivindicar un acto en el que quiso hacer partícipes de su presidencia a todos los gallegos, «eu so teño unha parte alicuota», dijo. También defendió la organización del acto en la «praza maior de Galicia, de España e de Europa» y con un tiempo desagradable porque consideró que «hai que mollarse por Galicia». A continuación, tomó posesión de su despacho institucional del pazo de Raxoi.