Los fichajes en la cantera de la Xunta fueron hasta ahora para cubrir segundos niveles y cargos de representación

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

BENITO ORDOÑEZ

Marta Fernández Currás y Pilar Farjas fueron dos de las incorporaciones tras las elecciones del 2011

03 nov 2016 . Actualizado a las 18:41 h.

Feijoo ha deslizado en los últimos días la idea de que la cuota del PPdeG está sobrerrepresentada en el Gobierno central, así que tampoco consideraría un feo presidencial que hoy no irrumpa en los medios ningún nombre de su entorno. Usa para sus cuentas el ADN gallego del propio Mariano Rajoy; el arraigo pontevedrés de la presidenta del Parlamento, la zamorana Ana Pastor; y el peso del lucense José Manuel Barreiro, portavoz en el Senado. Más allá de estos tres baluartes de evidente influencia, la representación de miembros de la Xunta se puede considerar discreta, a pesar de que las sucesivas conquistas del Gobierno gallego por parte de Feijoo son las alegrías más incontestables que han llegado a la séptima planta de Génova en los últimos años.

Rajoy ya le hizo un roto al Gobierno gallego al ganar las elecciones en el 2011, pero tiene su lógica porque el PP alcanzaba la Moncloa después de ocho años de Gobierno socialista y la renovación de cuadros fue profunda. Entonces llamó a filas a Marta Fernández Currás, que de conselleira de Facenda pasó a ser secretaria de Estado de Presupuestos; y a Pilar Farjas, que tras ser concejala en A Coruña y conselleira de Sanidade, dio el salto desde San Caetano a la Secretaría General de Sanidad, de la que se cayó en el 2014 cuando llegó el ministro Alfonso Alonso. Samuel Juárez también salió del primer Ejecutivo de Feijoo para convertirse en delegado del Gobierno en Galicia, aunque ahora trabaja como agregado para temas de agricultura en la embajada de España en China. A otro puesto diplomático se fue el exconselleiro de Cultura, Roberto Varela, que completó la reforma más profunda que tuvo que afrontar el presidente gallego. Fue menos sonada la salida de la Xunta de Andrés Hermida, que de director xeral de la Consellería de Traballo pasó a ser director general de Pesca a propuesta de Arias Cañete.

En esta ocasión tampoco se esperan grandes movimientos en los segundos niveles, más bien los que les permita el partido a los nuevos ministros, ya que Rajoy tiene el convencimiento de que su Administración ha funcionado bien, y los cambios de carteras vendrán impuestos por la búsqueda de perfiles menos quemados políticamente y con mayor capacidad de negociación.

Gallegos que están en Madrid

Por ello, ni en el PPdeG ni en la Xunta esperan un gran descosido por culpa de Madrid, que en todo caso sería «bienvenido». Además existen vías intermedias para reforzar el Ejecutivo central con gallegos de acreditada experiencia, como puede ser el propio senador Barreiro, exvicepresidente de la Xunta con Fraga; o Pilar Rojo, exconselleira, presidenta del Parlamento en dos legislaturas, diputada por Pontevedra y persona de la máxima confianza de Mariano Rajoy.