El ADIF se aferra al plazo de diciembre del 2018 para finalizar el AVE gallego

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Luis Cortes

Asegura que la fecha comprometida por Rajoy sigue vigente a pesar de los retrasos

29 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) mantiene inamovible el plazo del 2018 para el AVE gallego pese a los retrasos en las obras, los problemas técnicos y la baja ejecución presupuestaria que arrastra un proyecto que ya implicó a tres presidentes del Gobierno: José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Fuentes de la empresa pública se pusieron en contacto con este periódico para defender que el plazo de 13 meses para la obra del cambiador de ancho de Pedralba de la Pradería (Zamora) -a contar a partir de febrero del 2017- no supone un reconocimiento de que el nuevo acceso ferroviario no se terminará en las fechas comprometidas por el propio Mariano Rajoy.

Este cambiador, que aprovechará 111 kilómetros de trazado de alta velocidad desde la capital zamorana y supondrá otra media hora de ahorro en los tiempos de viaje, no se finalizará cuando indican los plazos que figuran en los pliegos, según fuentes del ADIF. Los 13 meses que constan en la licitación de la obra y de la asistencia técnica (en este caso 14 meses) llevan a interpretar que, operativamente, la línea de alta velocidad terminará en la frontera con Galicia en el 2018, dejando para más adelante el tramo de Pedralba-Ourense, de 118 kilómetros. «El cambiador puede estar adjudicado en enero del año que viene y se calcula que en unos tres meses podría estar funcionando. El resto del plazo de la obra es para controlar la evolución del dispositivo mientras no se contrata su mantenimiento», explicó un portavoz del ADIF.

De acuerdo con estas afirmaciones, el tramo Zamora-Pedralba (población muy cercana a Puebla de Sanabria y a escasos kilómetros del límite con Galicia) estaría en funcionamiento en la primavera del año que viene. Para ello, en estos meses se deberá proceder a la instalación de vías y elementos de seguridad, así como la electrificación. Y terminar tramos de plataforma que aún están en obras. No está claro si este trazado se abrirá en vía única o doble.

Calendario muy ajustado

Pese a lo ajustado de este calendario para el tramo de Pedralba, desde el ADIF se da por hecho que se llegará a tiempo, tanto a este objetivo intermedio como al general de terminar la línea -sin la variante de Ourense, aún en tramitación- consumiendo al máximo el plazo del 2018, pues estas fuentes hablan de diciembre de ese año como posible fecha en la que el primer AVE circule por tierras gallegas.

Pese a las dificultades en media docena de tramos con problemas con las modificaciones de proyecto -alegan que muchas se han ido solucionando con la nueva directora general, la gallega Isabel Pardo-, consideran que algo más de dos años son suficientes para terminar la plataforma, los túneles (algunos ya están perforados, pero falta todo lo demás) los viaductos (la mayoría aún están en fase inicial) y la superestructura (vía, electrificación, señalización y seguridad), así como las preceptivas pruebas antes de la puesta en funcionamiento.

«Existe liquidez presupuestaria y se va a dar un impulso final a la obra», aseguran fuentes del administrador ferroviario para sostener el plazo del 2018, que en cualquier caso debería tener un respaldo político con el compromiso del próximo responsable del Ministerio de Fomento. El problema del retraso de la variante de Ourense se solventaría con la decisión transitoria de habilitar un hilo de ancho internacional en el tramo que va desde Taboadela a la capital ourensana para que puedan circular trenes AVE. Más tarde se acometería la variante.

En el 2015, el nivel de ejecución de las partidas destinadas al AVE gallego se quedó en el 40 %. Este año, a fecha de 30 de junio, no ha superado el 16 %, según los datos oficiales de la Intervención General del Estado.