La policía intenta identificar a quienes grabaron y presenciaron la pelea de Lugo

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La Policía Judicial de Lugo ya ha conseguido identificar a los dos menores que se pegaron a finales de septiembre en un parque público de Lugo, que suele estar cerrado con llave, en el transcurso de una confrontación seguida y grabada por decenas de adolescentes. El atestado fue enviado a la Fiscalía, que hoy comenzará a analizar lo ocurrido para establecer las posibles responsabilidades. La policía trata de establecer si es posible identificar a quienes estuvieron en el encuentro juvenil y, sobre todo, a los que grabaron las imágenes. El caso, a efectos judiciales, se presenta bastante complejo.

Los dos muchachos tienen entre 14 y 15 años. Estudian en dos centros educativos diferentes de la ciudad y se conocían previamente, de acuerdo con fuentes conocedoras del caso. Tenían algunas rencillas entre ellos y parece que ya habían protagonizado algunos encontronazos. La pelea, que se organizó a finales de septiembre, comenzó a moverse por los grupos de WhatsApp una semana antes.

Por su edad, los dos jóvenes identificados tienen la condición de investigados, pues la responsabilidad penal se aplica a mayores de 14 años. Es la Fiscalía de Menores la que, tras estudiar el atestado, ha de tomar decisiones como paso previo al envío de sus conclusiones al juzgado de menores. El asunto tiene dos dimensiones penales que pueden ser motivo de atención por parte de la Fiscalía. Por un lado está la agresión protagonizada por los dos jóvenes y, por otro, la grabación de las imágenes. Como ninguno de los dos contendientes resultó lesionado, es muy probable que no exista un delito, sino una falta. No hubo ningún tipo de denuncia de los protagonistas ni tampoco de los progenitores.

El caso de las imágenes puede resultar más complejo, según indicaron fuentes jurídicas. Antes de nada, habría que identificar a quienes las captaron, lo cual no parece una tarea fácil. Se sabe que las imágenes llegaron a decenas de jóvenes de la ciudad por WhatsApp y es aquí donde surgen dudas sobre cómo encuadrar a estos grupos formados por jóvenes de distintos centros educativos de Lugo.

Recientemente, también se celebró otra pelea de estas características delante de los institutos Lucus Augusti y Ollos Grandes. En ambos casos también hubo grabaciones.

Ambos menores podrían ser castigados con diversas medidas educativas

Los investigadores aseguran que no hay similitud alguna entre la pelea del parque de O Cantiño y las que en ocasiones protagonizan los fines de semana otros grupos en las proximidades de ciertos establecimientos nocturnos. En estos enfrentamientos no hay organización previa y existe ánimo de causarse grave daño entre los participantes. En el jardín, dicen fuentes policiales, existían jóvenes que hacían de árbitros que paraban a los contendientes en algunos momentos. «Uno de los fines principales era grabar la contienda», recordó un policía.

Cuando la Fiscalía decida cómo incardinar lo ocurrido, es posible que plantee a la jueza de menores la imposición de algún tipo de medida coercitiva para los implicados. Ese castigo o pena podría llegar a ser estudiado en conjunto con un equipo técnico que evaluaría lo ocurrido.

Si la Fiscalía de Menores entiende que los implicados son merecedores de algún tipo de reproche, este consistiría en algún tipo de medida de resocialización o, lo que es lo mismo, el cumplimiento de alguna regla de conducta como, por ejemplo, asistir con regularidad al centro docente y dar cuenta de las faltas a la autoridad, o acudir a cursos formativos. Cabe incluso la posibilidad de que se les prohíba acercarse uno al otro o que acudan a determinados establecimientos. Algunos jueces también aplican medidas consistentes en realizar prestaciones en beneficio de la comunidad sin ningún tipo de retribución y por un tiempo máximo de cien horas.

Así funciona el «ring»

La puerta que da acceso al parque infantil de O Cantiño, donde se pelearon los adolescentes, se abre a las 11.00 horas y se cierra a las 20.00. Distintas fuentes indicaron que la llave está en manos de un operario de Protección Civil. Desde el Ayuntamiento manifestaron que la llave la tuvo temporalmente Protección Civil, pero ahora la custodia un vecino de la zona que regenta un establecimiento hostelero. foto óscar cela

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