Solo el 7 % de los concellos firmaron el programa de alquiler de pisos vacíos

Laura García del Valle
laura g. del valle REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Programa de Vivendas Baleiras
La Voz

Los beneficiarios pagarán por el alquiler entre 200 y 350 euros, según el municipio

23 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las 300.000 casas vacías, las que tiene Galicia en la actualidad, son demasiadas. Sobre todo si se tiene en cuenta la cantidad de gallegos con dificultades para acceder a un hogar digno. Es por ello por lo que el Parlamento de Galicia aprobó en febrero el Programa de Vivendas Baleiras, para garantizar un techo a quien realmente lo necesite. Ocho meses después, solo 43 concellos de la comunidad han solicitado adscribirse al plan y apenas 23 firmaron la adhesión. Los beneficiarios de esta bolsa de pisos serán afectados por procedimientos de ejecución hipotecaria, desahuciados por impago, familias numerosas, monoparentales o mujeres víctimas de violencia machista. El período máximo de alquiler es de 36 meses.

De las siete ciudades, solo Santiago y Ourense han firmado el acuerdo, mientras que Lugo está en proceso y A Coruña, que había aprobado en un pleno la firma gracias al apoyo del PSOE y el PP, finalmente se ha echado para atrás porque considera la iniciativa «una pérdida de agilidad de gestión de los inmuebles y de soberanía municipal en el parque de vivienda propio».

Este programa, según Infraestruturas e Vivenda, además de fomentar el acceso a pisos protegidos, establece medidas que aportan seguridad jurídica al mercado y garantías a adquirientes y usuarias. En aras de que todo vaya sobre ruedas, la Xunta cubrirá el seguro multirriesgo del hogar y otro de garantía de cobro para los propietarios.

En cuanto al alquiler máximo, dependerá del tipo de concello. En A Coruña, Santiago, Vigo, Ourense y Pontevedra el alquiler no podrá superar los 350 euros; en Ferrol, Lugo, Verín, Cangas o Betanzos el tope son 250; y en municipios más pequeños pueden pedir un máximo de 200 euros.

Desde el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), que junto a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) ha dado forma al programa, explican que los concellos que firmen propondrán la incorporación de viviendas «da súa propiedade ou de terceiros, sempre que estean libres de cargas e gravames que impidan o seu arrendamento [...], estean desocupadas e sexan susceptibles de uso».

En los últimos años se ha producido una acumulación de viviendas en manos de las entidades de crédito, por lo que es preciso disponer de información fiable en ayuntamientos de más de 10.000 habitantes de que puedan ser habitables. «La limitación a ayuntamientos de más de 10.000 habitantes está fundamentada en los datos de peticiones del Registro Único de Demandantes de Vivienda de Galicia, que acreditan que son los que tienen una mayor demanda».

La comunidad es la que tiene un mayor porcentaje de viviendas sin ocupar con respecto al total de viviendas por comunidades autónomas: un 18 %. Ante esta situación y teniendo la lucha contra los desahucios por bandera, la conselleira de Infraestruturas e Vivenda, Ethel Vázquez, cargó contra Ferrol y A Coruña porque «rechazaran y no apoyaran» este programa, y culpó a Vigo por «tenerlas» y no ponerlas a disposición de familias que las necesitan, en un ayuntamiento en el que «incluso vimos huelgas de hambre». La Valedora do Pobo advirtió de que colgará en la web institucional el rechazo municipal de Vigo.

Ourense, A Coruña y Lugo, afectadas

El censo del 2011 del INE dejó patente que, en Galicia, la euforia por el ladrillo tuvo consecuencias más acusadas que en la mayoría de las comunidades. De las quince provincias con mayor porcentaje de viviendas vacías, tres son gallegas. Pero no solo eso, Ourense y Lugo son las que se sitúan a la cabeza: 23 % de casas desocupadas en Ourense y 20 % en Lugo.