Uno de cada siete gallegos vivirá sin compañía dentro de 15 años

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Las pirámides poblacionales por edades
La Voz

En el 2031 Galicia habrá perdido 230.000 vecinos y su censo será similar al de 1930

21 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La deriva demográfica y el continuo trasvase de residentes desde áreas rurales a entornos urbanos convertirán Galicia en una de las comunidades de España con mayor porcentaje de residentes en hogares unipersonales. Las viviendas con un único morador crecerán un 28,7 % desde hoy hasta el 2031, año en el que además se prevé que habiten Galicia 230.722 personas menos.

Ambas son las conclusiones más llamativas de la proyección de población y hogares que el Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgó ayer. Dichas estimaciones apuntan a que uno de cada siete gallegos vivirá sin compañía dentro de quince años, momento en el que serán 347.027 los hogares que tendrán un único residente, por los 269.534 existentes en este momento.

El cambio se prevé tan acusado que Galicia pasará de ser la duodécima a la quinta comunidad con mayor porcentaje de viviendas unifamiliares en los próximos tres lustros. Mientras ahora aún se encuentra por debajo de la media estatal en ese tipo de hogares, en el 2031 ese baremo será superado por Galicia en 2,7 puntos, hasta llegar a representar el 31,3 % de los hogares existentes en la comunidad.

En las dos provincias con más peso rural será donde porcentualmente más residentes vivirán solos. Cuando arranque la tercera década del siglo en A Coruña residirán sin compañía 137.276 personas (el 13,2 % de la población prevista); en Pontevedra, 120.737 (13,75); en Lugo, 46.189 (15,49), y en Ourense, 42.825 (el 15,57 % del total provincial).

Las viviendas con dos personas y también las de tres se incrementarán, y bajarán en el resto de los casos. Las proyecciones del INE determinan que 741.416 personas habitarán viviendas formadas por dos integrantes, 676.233 lo harán en hogares de tres, los de cuatro moradores acogerán a 519.836 y los de cinco o más a solo 205.434. 

Envejecimiento

Con la caída de un 8,5 % en el censo previsto por el INE, Galicia seguirá situándose en el 2031 como la tercera autonomía donde más desciende la población, tras Asturias (-11,1) y Castilla y León (-10,7). Con los 2,48 millones de residentes previstos, Galicia tendrá entonces la misma población con la que contaba en 1930. De cumplirse el augurio proyectado, la comunidad perderá al año 15.381 habitantes, fruto esencialmente de los casi veinte mil fallecimientos más que nacimientos que se llegarán a registrar dentro de tres lustros.

Y además de menguar el censo, este estará más envejecido que nunca. La población de mayores de 65 años, que ahora representa el 24,3 % de la población de Galicia, o lo que es lo mismo, uno de cada cuatro habitantes, aumentará hasta un 31,3 %, con 780.011 integrantes. Es decir, uno de cada tres gallegos estará en edad de jubilarse, lo que de cumplirse supondrá un serio problema para el mantenimiento de los servicios en la comunidad.

En el conjunto de España las previsiones apuntan a que dentro de quince años el porcentaje de mayores se igualará al que ahora presenta Galicia. La pérdida de medio millón de habitantes lo propiciará, y en el 2066 el descenso en el censo habrá llegado a 5,4 millones de personas.

Un plan para tratar de evitar el desplome natalicio

Los menores de 5 años son hoy en Galicia 102.116. Dentro de tres lustros el INE prevé que solo habrá 65.207. Para tratar de revertir ese escenario la Xunta ha puesto en marcha diversas iniciativas, entre las que destaca la tarjeta Benvida, una ayuda económica de cien euros al mes durante un año a las familias que tengan un hijo o adopten un menor de un año. El bono Concilia, que aporta una ayuda de entre 45 y 250 euros en el pago de las escuelas infantiles privadas cuando no se obtenga plaza pública, es la segunda iniciativa impulsada por la Administración autonómica y que beneficia en la actualidad a casi tres mil familias.

Subvenciones para la atención de los menores a domicilio, creación de casas nido en áreas rurales, escuelas infantiles en ámbitos empresariales y deducciones fiscales por nacimiento completan el plan para impulsar la natalidad.