Galicia supera por primera vez en 5 años las 20.000 hectáreas quemadas

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

VÍTOR MEJUTO

Regenerar los montes más castigados por los incendios en el 2016 costará seis millones de euros al erario gallego

11 oct 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

El fuego no solo devora árboles. De hecho, el mayor daño lo sufre el suelo, al que las llamas dejan desprovisto de nutrientes y desnudo, expuesto por tanto a la degradación completa en cuanto aparezca el agua de lluvia. Regenerar los montes es caro. Solo en los trabajos urgentes que se van a llevar a cabo en las zonas más afectadas, Galicia va a invertir este año seis millones de euros. Es doce veces más que en los ejercicios anteriores. En parte, porque este año el golpe ha sido también mayor. Y es que el 2016 cerrará por encima de las 20.000 hectáreas quemadas, situándose como el segundo peor dato de la década, a la par que el 2011, cuando el terreno afectado llegó a las 21.302 hectáreas. Paradójicamente, lo que sí descenderá es el número total de incendios, que se situará en el entorno de los 2.200, 600 menos que el año pasado para alzarse como el segundo mejor registro de los últimos diez años, solo por detrás del 2014 -el del verano lluvioso-, en el que la cifra quedó en tan solo 1.232 fuegos.

En ese incremento de 500.000 a seis millones de euros de los fondos que la Xunta dedicará este año a la recuperación de zonas afectadas por los incendios forestales han tenido mucho que ver los investigadores del Centro Forestal de Lourizán. El coordinador del departamento de Protección, José Antonio Vega, destaca que la partida del 2016 sitúa a Galicia a la cabeza en rehabilitación de suelos. «Es necesario, porque una masa arbórea quemada tarda treinta años en recuperarse, pero el suelo tarda miles de años», advierte.

De esos seis millones, tres se destinarán a A Coruña y Pontevedra y los otros tres a Ourense, un año más la provincia más castigada por los incendios. Ya se ha trabajado en Porto do Son y Ponte Sampaio y está previsto hacerlo en Arbo, As Neves, Caldas de Reis, Vilagarcía de Arousa, Cotobade, Mondariz, Pontevedra, Redondela, Soutomaior, Avión, A Pobra de Trives y Verín.

Los objetivos del plan de rehabilitación de suelos se seleccionan entre las zonas con fuegos de más de cien hectáreas. «También usamos imágenes por satélite y aéreas obtenidas con aviones o drones», explica Vega. El objetivo es analizar dónde es más urgente actuar para evitar que el agua de lluvia arrastre los nutrientes y erosione los terrenos quemados. «Porque cuando un incendio se apaga es cuando realmente empieza lo peor del problema», añade el investigador de Lourizán.

Entre los tratamientos aplicados está el conocido como mulching, que consiste en lanzar paja desde helicópteros, una tarea que también se puede realizar a mano. Su eficacia hace que valga la pena el esfuerzo, ya que evita la erosión en más de un 90 %. También se llevan a cabo trabajos de drenaje o de aplicación de astillas, geotextiles o materia vegetal a los suelos. El objetivo es minimizar los daños en el terreno ardido, pero también facilitar la recuperación del arbolado y evitar la contaminación por ceniza de los cauces fluviales y del mar, que en ocasiones ha llegado incluso a afectar a la pesca o a los bancos marisqueros.

102 incendiarios señalados desde enero por la Policía Autonómica y la Guardia Civil

Regenerar montes quemados es, junto a la prevención, una de las patas de la lucha contra el fuego. Otra es, evidentemente, la extinción. Y la tercera es la lucha policial contra los incendiarios, que son, en gran medida, el origen de la mayor parte de los fuegos forestales que cada verano sufre Galicia. Por ello, en los últimos años, tanto la Policía Autonómica como la Guardia Civil han establecido como prioridad la detención de aquellos que causan las llamas. Un esfuerzo que aún no ha tenido consecuencias judiciales, ya que la gran mayoría de los acusados acaban exculpados por falta de pruebas.

En lo que va de año, la Policía Autonómica ha detenido o investigado a sesenta personas como presuntas autoras de un incendio forestal. La última arrestada es una mujer a la que este último fin de semana se ha señalado como la presunta autora de dieciséis fuegos en el Concello de Pontevedra entre el 9 de agosto y el 6 de este mes.

La detención fue consecuencia de un dispositivo de vigilancia en el cual se sorprendió a la mujer lanzando un objeto incendiario desde un coche en Ponte Sampaio. Precisamente, uno de los concellos incluidos en el plan de regeneración de montes.

En cuanto a la Guardia Civil, son 42 los detenidos o investigados en Galicia como incendiarios hasta la fecha, lo que eleva la cifra global -la que suman ambos cuerpos de seguridad- hasta los 102 presuntos causantes de fuegos forestales a los que se ha abierto diligencias. En el caso del instituto armado, la mayoría de sus actuaciones tuvieron lugar en Ourense (18) y Pontevedra (16), por las tan solo cinco en A Coruña y tres en la provincia de Lugo.

Soutomaior, entre las zonas prioritarias

El verano castigó a Soutomaior con dos grandes incendios, uno en el núcleo principal y otro en la parroquia de Arcade -en la imagen-. Medio Rural ha incluido ahora al municipio entre los catorce en los que actuará para regenerar suelos. Ayer, el fuego siguió azotando Galicia en pleno otoño. Concretamente, en Carballeda de Valdeorras (Ourense), donde 25 hectáreas quedaron arrasadas. foto óscar vázquez