Alfredo García: «A mí no me va a dar lecciones Montoro, porque él cada año debe más dinero»

María Santalla REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

«El gran debate que hay que hacer a lo largo de este año es la derogación de la ley de racionalización y sostenibilidad»

09 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A punto de cumplir un año al frente de la Fegamp y con una experiencia de 17 ejercicios en la alcaldía de O Barco, Alfredo García (1953) cierra un verano eminentemente electoral y abre un nuevo curso con el objetivo de avanzar hacia una financiación más justa para los concellos.

-Lleva un año en el cargo ¿Qué balance hace y qué queda por hacer?

-El análisis que hago es aceptable, pero quedan muchas cosas por hacer. Fundamentalmente queda el gran reto que me planteé al comienzo de la legislatura que no es otro que colocar al municipalismo en el mismo plano que los otros dos poderes del Estado. Somos como un poder de segunda, y eso es lo que no puede ser. Prestamos servicios importantes para los ciudadanos, y no queremos ni más ni menos, queremos lo que nos toca.

-Siempre fueron ustedes muy críticos con la ley de sostenibilidad que les impide contratar.

-Sí, el gran debate que hay que hacer a lo largo de este año es la derogación de la actual ley de racionalización y sostenibilidad. El ministro de Hacienda, el señor Montoro, se harta de decir que hay que administrar bien, pero aquí los únicos que administramos bien somos los concellos que tenemos superávit. Yo llevo 17 años de alcalde y llevo 17 liquidaciones positivas, ingresé más de lo que gasté, a mí no me va a dar lecciones Montoro, porque él cada año debe más dinero. ¿Que hubo alcaldes manirrotos? Claro que los hubo. Que les hubiera puesto cortapisas, que se las ponga, pero a los demás que nos deje vivir. No se trata de que los concellos dejen de tener rigor en el gasto, lo que no queremos es prestar el 25 % de los servicios y recibir el 14 % del dinero. El Estado tiene que repartir el dinero con las comunidades autónomas y con los ayuntamientos. Negociemos las competencias, que no haya duplicidades, decidamos lo que cuestan los servicios y démosle el dinero a cada administración. No tenemos que pedir subvenciones, tenemos que recibir el dinero que nos corresponde, y tiene que venir el 1 de enero.

-Mientras eso no llega, ¿están de acuerdo con cómo se distribuyen las subvenciones?

-También tenemos que hablar seriamente con la Xunta de los criterios de reparto de subvenciones. Este año ha habido algunas cosas que no nos han gustado, como que la concesión sea por orden de entrada; no parece un criterio serio. Ha habido subvenciones para las que la Xunta ha metido el límite de 10.000 habitantes. No lo entendemos, porque la Ley de Sostenibilidad habla de hasta 20.000 y de más de 20.000. Hay determinados departamentos de la Xunta que tienen mucha capacidad inversora y hacen obras sin que haya ningún tipo de debate. Los criterios deberían ser exclusivamente técnicos. De todo eso tenemos que hablar y tenemos que hablar para llegar a acuerdos.

-¿Está influyendo el hecho de que haya un Gobierno en funciones a la hora de elaborar los presupuestos municipales?

-Va a influir, porque lógicamente en este momento no tenemos datos para elaborar los presupuestos. Parece que van a resolver el problema de las comunidades autónomas pero no queda resuelto el problema de los ayuntamientos. Eso lógicamente va a ser un problema. No quedará otra que hacer una mera previsión y hacer unos presupuestos que a lo mejor después en febrero o marzo habrá que modificar.

-Acaba de aprobarse una nueva fusión de ayuntamientos en Galicia, ¿es esa la solución?

-Debería haber un debate sobre la planta municipal. Aquí siempre aparece alguien que dice que hay que fusionar concellos, sin ningún estudio económico que sustente la bondad de esa solución. La prueba está en que no se fusiona casi ninguno: en Galicia ha habido dos fusiones. Dicen que los beneficios económicos son evidentes, pero no deben ser tan evidentes cuando la Xunta este año les ha insuflado dos millones de euros a esos dos nuevos concellos. El problema es más complejo de lo que parece, y hay muchos concellos en los que es inviable la fusión. Hay concellos en Galicia que tienen 200 núcleos de población, y a lo mejor el de al lado tiene 150, o 300, ¿los fusionamos y aparece un concello de 6.000 habitantes con 500 núcleos de población? Eso es insostenible, igual de insostenible o más que los dos concellos por separado. Esto exige un debate riguroso, no solo de la fusión, sino de cómo hay que prestar los servicios o quién tiene que prestarlos. Ese es el gran debate que debemos hacer. Nosotros en esa comisión de financiación que hemos creado hemos pedido que se hable de esto también.

-Volviendo a los problemas de financiación, ¿cree que cambiarán las cosas cuando haya Gobierno en España?

-Deberían cambiar porque la mayoría parlamentaria debería hacerlo cambiar. Salga el gobierno que salga, va a ser un gobierno muy parlamentario, y yo espero que cambie.

-¿Es usted de los que creen que no debe haber terceras elecciones?

-Lo que creo es que en política hay que ser claro. Es imposible acertar siempre, pero lo único que no funciona, menos a Mariano Rajoy, es no tomar decisiones. A mí no me toca decidir, afortunadamente, pero sí creo que cualquier opción es mejor que unas terceras elecciones. Y solo hay dos: un gobierno alternativo -si existe esa posibilidad, explorémosla-, o permitir que gobierne el PP. Todo eso tendrá que decidirlo quien tiene que decidirlo, y los que tienen que decidirlo muy pocos han hablado claro, y yo es lo que echo en falta.

«El PSdeG tendría que hacer una reflexión profunda y buscar nuevos liderazgos»

Alfredo García se afilió al Partido Socialista en 1984 y, con la experiencia de tres décadas, apela a la responsabilidad.

-Su partido está atravesando una situación complicada, tanto en España como en Galicia.

-Muy complicada. Yo creo que deberíamos hacer una reflexión profunda todos, pero no para ver quién se tiene que marchar, sino para ver qué hemos hecho mal, porque todos nos habremos equivocado. Yo llevo muchos años en este partido y nunca he dejado de apoyar ni he cuestionado a ningún secretario general, cuando llegaba la hora de la verdad yo estaba ahí trabajando en la calle en las elecciones, fueran quienes fueran los candidatos, que no siempre fueron los candidatos que mi agrupación había apoyado. Eso ahora no está pasando, y eso es muy preocupante.

-En Galicia su candidato, Leiceaga, fue y es muy cuestionado.

-El candidato no tiene ninguna culpa, alguna tendrá, pero el que menos, porque lo que hizo fue presentarse a un proceso de primarias y ganarlas, y después presentarse a las elecciones. Los resultados fueron los que fueron, pero ¿solo es culpa de él? Deberíamos preguntarnos qué queremos ser, ¿queremos avanzar apartando a medio partido? Por ahí vamos mal. Yo creo que habría que buscar nuevos liderazgos. Tenemos que posibilitar que emerjan personas de valía que sean capaces de devolver al partido a donde siempre estuvo. Pero yo solo soy el alcalde de O Barco y desde luego en mi mano no va a estar la solución. Eso lo tengo claro y es un alivio, pero estoy muy preocupado.

-¿Habla de alguien en concreto?

-No hablo de nadie, la división estuvo patente en toda Galicia. En Ourense hubo una división dramática que también contribuyó, pero todavía nadie me ha oído echarle la culpa a nadie por los resultados, me la echo a mí, porque algo de culpa tendría. Si todos mirásemos qué hicimos y qué no hicimos, estaríamos en el camino de buscar soluciones. Todos tenemos que asumir responsabilidades, pero lo que no puede es pedir responsabilidades alguien que cuando fracasó en su pueblo no las asumió. Hay que ser coherentes. Yo sí digo que hay que asumir responsabilidades, pero lo digo yo, y lo puedo decir. Hay gente que no lo puede decir. Está muy de moda la palabra coser, pero cuando a un pantalón le haces un siete muy grande hay que ser un costurero muy hábil para que no se note. Lo mejor es no romper para no tener que coser.