«Ella era una muchacha encantadora, elegante y hablaba con todos»

tania taboada LUGO / LA VOZ

GALICIA

Los que conocieron a Araceli González Carballo y trataron con ella solo tienen palabras afectuosas para definirla

30 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los que conocieron a Araceli González Carballo y trataron con ella solo tienen palabras afectuosas para definirla. Destacan de la única mujer de entre tres hermanos -uno de ellos con un cargo en la Marina- su inteligencia y su debilidad hacia su madre. El primer adjetivo que utilizaron para describirla fue el de «encantadora».

Según narraron en la mañana de ayer varias lucenses que vivieron aquellos años, «Araceli era una muchacha muy alegre, espontánea, hablaba con todo el mundo y, a pesar de ser una señorita, no sabía lo que era la soberbia». Cuentan que Araceli gestionaba Festival, una tienda de recuerdos situada en la calle Barquillo número 44, de Madrid.

Estas mujeres lucenses recuerdan que, cuando Araceli venía a pasar unos días a la ciudad de la muralla, lo primero que hacía era acudir «corriendo» a la confitería Calvo para visitar a Pepita y María Teresa. Este establecimiento estaba situado en la calle de las dulcerías de Lugo y lo regentaban dos hermanas. Ambas han fallecido y el negocio ya no existe.

En cuanto a la forma de vestir de Araceli, recuerdan su elegancia. «Era muy guapa, vestía de una forma muy elegante y con prendas atractivas. Le gustaban mucho los vestidos con vuelo y los zapatos de tacón alto», explican estas personas cercanas, que también reconocieron que en las últimas visitas «estaba un tanto desmejorada».

Muy lista y enamorada

Estas mujeres también definen a Araceli González como una muchacha muy lista y cuentan «muy por encima» algunos detalles sobre su situación sentimental. Aseguran que estaba muy enamorada del espía Garbo y también de Kreisler, su segundo esposo. «Estaba enamorada de Pujol, aunque creemos que nunca lo trajo aquí. A nosotras, por lo menos, nunca nos lo presentó. Después se casó con el estadounidense Kreisler. Nosotras creíamos que sus dos maridos se conocían y venían del mismo gremio», manifiestan.

Muerte de su madre

Estas lucenses recuerdan el día en el que falleció la madre de Araceli González, doña Margarita: «Ese día no la vimos en el velatorio. Con quien nos encontramos fue con una amiga suya. A esta también le había fallecido su esposo, que era el conocido médico Portela. La amiga llamaba mucho la atención porque venía con un velo cubriendo el rostro». Recuerdan que la familia de la madre de Araceli procede de una localidad situada entre Lugo y Portomarín y que en ese lugar está enterrada Margarita. La mujer que casi cambia el curso de la historia venía en numerosas ocasiones a visitar a su madre a la ciudad de la muralla. Traía incluso a sus tres hijos con ella. El vínculo con la capital lucense es tan estrecho que la hija de Araceli tiene en la actualidad una vivienda en la plaza de la Soidade.