El último desencuentro es la comidilla en el palacio municipal donde detrás de muchas de sus puertas se especula con su futuro desenlace y las opiniones se dividen entre quienes ya ven la ruptura del pacto a la vuelta de la esquina
21 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Se percibe en los pasillos y también en muchos despachos: una tensa espera ante la crisis de gobierno que se avecina en Ferrol. El último desencuentro es la comidilla en el palacio municipal donde detrás de muchas de sus puertas se especula con su futuro desenlace y las opiniones se dividen entre quienes ya ven la ruptura del pacto a la vuelta de la esquina y quienes creen que todavía es posible que el bipartito consiga coser las heridas y recomponerse de una situación que el propio alcalde consideraba el pasado lunes abocada a la crisis.
Ayer era más cauto. Sonrisas y bromas al ver la expectación mediática y palabras que intentaban, tal vez demasiado tarde, calmar, o aplazar, los ánimos: «Non toca, como soen dicir os grandes políticos da historia do país, falar agora de crises de goberno a catro días dunhas eleccións autonómicas». Cualquier decisión se aplaza hasta el día después del 25S.
Y mientras tanto, la vida continúa en el Concello ferrolano. Incluso con encuentros entre los dos líderes del bipartito. «Cruzamos dúas frases ao inicio da xornada, temas de rutina diaria de goberno», justificó el regidor en referencia a Beatriz Sestayo. En ese encuentro, la portavoz socialista no le habría trasladado malestar alguno por sus palabras.
«No voy a hacer declaraciones», dijo ayer Sestayo, la misma frase que repite desde que el pasado jueves se conoció el acuerdo de la ejecutiva local del PSOE para pedir la retirada de las competencias a la concejala socialista de Urbanismo, María Fernández Lemos.
Sin presupuestos
«A rutina de traballo diario pola cidade continúa a súa marcha», garantizó Suárez, aunque sin presupuestos y a la espera aún de la anunciada modificación de créditos -que Suárez había informado que llevaría a comisión ayer pero que pospuso para otra extraordinaria que se celebrará el lunes- que permita hacer nuevas inversiones, el Ayuntamiento ferrolano se encuentra, salvo los asuntos de gestión ordinaria, en niveles mínimos de actividad, como han notado ya algunos funcionarios.