«Galicia es prioritaria en esta nueva etapa para la TAP»

begoña íñiguez FUNCHAL / LA VOZ

GALICIA

Begoña Íñiguez

El presidente de la aerolínea luso-brasileña no descarta lanzar la ruta Santiago-Lisboa

18 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El ingeniero brasileño Fernando Pinto (Porto Alegre, Río Grande do Sul, 1949) llegó a Portugal hace 16 años para privatizar la TAP (Transportadora Aérea Portuguesa). Sin embargo, el acuerdo de venta del 61 % de la compañía, por 388 millones, al consorcio luso-brasileño Atlantic Gateway no se firmó hasta noviembre del 2015. A punto de culminar la privatización, Pinto ha hablado con La Voz en Funchal (Madeira), donde confiesa que en esta etapa de crecimiento «España, y en particular Galicia, es prioritaria para nosotros». Y añade: «España es nuestro primer destino europeo. Estamos satisfechos con la recién inaugurada Vigo-Lisboa y no descartamos Santiago-Lisboa, a su debido tiempo».

-¿Qué significa el mercado español para la TAP?

-Es un mercado sumamente importante para nosotros. La demostración está en que hemos aumentado las rutas a España durante los últimos meses, incluso hemos lanzado la de Vigo-Lisboa. Además, los nueve destinos que estamos operando entre Portugal y España sirven, en muchos casos, de enlace en Lisboa y Oporto con vuelos de largo recorrido a Brasil o a EE. UU.

-¿Y el mercado gallego en particular?

-Dentro del español es el mercado en el que estamos concentrando más esfuerzos. Le pongo un ejemplo, con la nueva ruta Vigo-Lisboa cualquier viajero gallego puede enlazar en una hora, y desde 50 euros, con nuestros vuelos a bastantes ciudades de Brasil. En esta nueva etapa queremos darles más opciones a nuestros pasajeros del noroeste peninsular en vuelos domésticos, continentales e intercontinentales.

-¿Qué opina de la polémica con el alcalde de Oporto, Rui Moreira, por la ruta Vigo-Lisboa?

-Vivimos en un mercado libre. El aeropuerto Sá Carneiro tiene mucha importancia para la TAP. De hecho, seguimos facilitando a los viajeros del sur de Galicia transporte por carretera, desde sus localidades hasta Oporto, para embarcar en sus respectivos vuelos de largo recorrido. Además, en breve restauraremos uno de los vuelos Oporto-Madrid, suspendido hace unos meses.

-¿Por qué decidieron lanzar la ruta Vigo-Lisboa?

-Detectamos esa necesidad. Creo que no nos hemos equivocado. Tenemos los vuelos llenos. Por ello queremos aumentar las frecuencias en un futuro próximo para competir con otros mercados, lo que nada tiene que ver con el aeropuerto de Oporto.

-¿Entre esas competidoras está Iberia?

-Iberia es una competidora directa, sobre todo en los vuelos transoceánicos a Latinoamérica y Brasil. Aunque nosotros ofrecemos un gran servicio para el mercado de habla española en las rutas a los países de lengua portuguesa, en América y en África, y a EE. UU.

-¿Se aplican las tarifas reducidas al vuelo diario entre A Coruña y Lisboa?

-Sí, por supuesto, como en el resto de las rutas con España. Nuestras tarifas oscilan desde los 50 euros por trayecto en adelante. Queremos aplicar un precio low-cost con un servicio de excelencia en las rutas europeas.

-¿Ven viable una ruta Compostela-Lisboa?

-Los tres aeropuertos están muy cerca. No lo descartamos. Tenemos que estudiarlo bien, a su debido tiempo. He peregrinado a Compostela y conozco su importancia turística y económica en el noroeste peninsular.

Una privatización que se ha arrastrado durante tres lustros

La TAP ha sido hasta su privatización una empresa pública lusa de bandera. Sin embargo el proceso ha sido mucho más largo y tortuoso de lo que se esperaba Fernando Pinto en el 2.000, cuando tomó las riendas de la compañía. Tuvieron que pasar varios gobiernos de diferentes signos políticos y recorrer un difícil camino de huelgas y conflictos hasta que 15 años después, el 12 de noviembre del 2015, se firmase el acuerdo de venta del 61 % de la compañía. El consorcio luso-brasileño Atlantic Gatway, liderado por el empresario brasileño David Neelman, y el portugués Humberto Pedrosa, se comprometieron a inyectar inmediatamente 155 millones de euros a la TAP y hasta finales de este año los restantes, para completar los 388 millones del acuerdo total. Por dicho motivo, hasta el próximo 31 de diciembre no finalizará el proceso de privatización. El estado portugués sigue manteniendo una parte importante del capital de la aerolínea, un 34 %. Tras la odisea, Pinto dice estar «como un niño con zapatos nuevos, con 53 nuevos Airbus. Y vamos a ser la empresa que lance el A360 Neo, un avión fantástico de largo recorrido».