Los populares sumarían 36 alcaldías más al ser primera fuerza, incluida la coruñesa
30 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Está por ver el efecto práctico que llegará a tener el acuerdo alcanzado el domingo entre Mariano Rajoy y Albert Rivera. Pero lo que ya ha logrado el PP con el pacto es ensanchar oficialmente el espectro político que aboga por modificar el régimen electoral con el objetivo, entre otros, de convertir en alcalde al más votado por el electorado en cada localidad. Aunque C's plantea que los comicios municipales se organicen con dos urnas, una para elegir de manera directa al alcalde y en la otra al resto de la corporación, el PP se ha mostrado desde la reforma electoral debatida en el 2010 más partidario de que sea sin más el cabeza de la lista más votada, aunque sea por un voto de diferencia, el que se convierta automáticamente en alcalde.
Esa fórmula supondría en Galicia, respecto a los resultados de las elecciones municipales del 2015, el cambio de partido en 39 de las 314 alcaldías de la comunidad. En total 760.938 gallegos tendrían ahora un regidor distinto al que depararon los pactos postelectorales tras los comicios locales del año pasado.
El PP, la formación más interesada en cambiar la ley electoral al ser la que más complicado suele tener encontrar socios para alianzas locales, sería el partido más beneficiado. De los 39 cambios que la asignación de la alcaldía a la candidatura más votada habría generado en Galicia, 36 se resolverían a favor de los populares. A Coruña, Lugo, Ferrol, Ames, Cambre, Fene, Sada, Sarria, Verín, Cangas, Cambados, Cuntis, Lalín, Moaña, Ponteareas, O Porriño, Sanxenxo y Tui son algunas de las localidades que con dicha norma habrían caído de su lado.
A cuentas de la misma fórmula el partido de Núñez Feijoo se quedaría sin dos de los concellos que ahora dirigen: Santa Comba y Piñor. Ambas deberían estar regidas por los candidatos del PSOE según la norma que defiende el PP, alcaldías a las que los socialistas sumarían la de Miño.
El PSOE, que ha mostrado de manera reiterada su rechazo a la propuesta de reforma, calificándola incluso Abel Caballero desde la FEMP como «antidemocrática», perdería con el cambio 15 alcaldías, por 9 el BNG; 5 candidaturas ligadas a las mareas (A Coruña, Ferrol, Sada, Cangas y la obtenida mediante una moción de censura de Mugardos); tres Compromiso por Galicia; una Terra Galega, y cuatro diversas listas locales.
En todos los casos en los que no gobierna la lista más votada lo hace la segunda, salvo en cuatro, donde el bastón de mando está en manos de la tercera fuerza local. Así ocurre en A Rúa, donde el alcalde del BNG obtuvo 20 puntos porcentuales menos que el PP; Toques, con los mismos actores políticos y a 19 puntos de diferencia; y Muros y Miño, donde CxG, pese a ser tercera, logró igualmente la alcaldía.