Tras los rayos de los últimos días, muchos son los que se preguntan si podrán incluir la playa entre sus planes de ocio
25 ago 2016 . Actualizado a las 19:24 h.La noche del miércoles, en la que cayeron cerca de 7.000 rayos, no se repetirá este fin de semana en Galicia. En la mayor parte de las provincias, el territorio gallego se librará de los truenos y los relámpagos, aunque no de las nubes, que nos acompañarán desde el mismo viernes por la mañana.
Durante las primeras horas de este día, caracterizado por la inestabilidad, los cielos se mantendrán nublados, alternando con el sol y aumentando especialmente sus cúmulos en el norte con respecto al resto de las regiones. Con la llegada de la tarde, la lluvia se apoderará de prácticamente toda Galicia, descargándose en algunos puntos aislados en forma de tormenta. Por la noche, sin embargo, el agua remitirá, y dejará una noche cubierta pero seca.
El hecho de que llueva, sin embargo, no significa que el viernes vaya a ser una jornada fría. Las temperaturas en realidad no se relajarán, sino que registrarán mínimas sin cambios y máximas que subirán en el noroeste. Entre estas últimas, las más elevadas serán las de Ourense y Pontevedra, con 32 grados, mientras que las más bajas estarán en las zonas costeras, como los 27º de A Coruña.
El sábado, en cambio, las temperaturas sí que descenderán. Salvo en la región lucense, las máximas bajarán en todas las provincias, aunque seguirán siendo adecuadas para estas alturas del verano. Con 31º, Ourense podría llegar a tener un ambiente bochornoso, seguido de cerca por los 28º de Santiago. A Coruña. Ferrol, Vigo y Pontevedra, por su parte, situarán sus temperaturas más cálidas entre los 22º y los 25º, dando lugar a jornadas menos asfixiantes.
¿Y qué pasará con el cielo? Pues el primer día del fin de semana ofrecerá una perspectiva un poco más halagüeña que el viernes. La situación de Galicia, que se ubicará entre las altas presiones del Atlántico y la borrasca del oeste balear, unida al descenso del aire cálido de la superficie, provocará que las nubes sigan alternándose con el sol pero, en esta ocasión, no traerán consigo, excepto en Lugo y Ourense, lluvia o tormenta alguna.
Y aunque el encapotamiento continúe, las lluvias se acabarán el domingo, en el que tendremos un panorama de nubes y claros en toda la comunidad. Con el paso de la tarde, los cielos se abrirán debido a las altas presiones, pero el descenso de las temperaturas, cuya mínima se sitúa en torno a los 14 grados, no lograrán arreglar un fin de semana en el que la playa será un territorio solo para los más valientes.