Podemos aprueba una coalición que no encaja en el plan de las mareas

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

MILA MÉNDEZ / MARCO GUNDÍN

Los alcaldes abren las puertas, pero ven dificultades y solo ofrecen la integración

04 ago 2016 . Actualizado a las 07:31 h.

La política suele acabar dándole la mano a las matemáticas para resolver sus problemas. Aquí va el que tiene En Marea y Podemos: un tren sale de Vigo con destino a Compostela el sábado 30 de julio con multitud de vagones de diferentes colores y con una locomotora plagada de maquinistas a expensas de decidir quién manda. Y otro de color morado sale a mayor velocidad en la misma dirección el miércoles 3 de agosto, también desde Vigo, sin maquinista ni carboneros pero empujado con decisión por sus viajeros. ¿Lograrán engancharse en el mismo convoy antes de llegar a Santiago?

Las bases de Podemos Galicia, esos viajeros del segundo tren, han hablado con claridad y contundencia. Un 75,6 % de los 6.056 participantes en la consulta para definir el modelo para presentarse a las autonómicas han decidido que sea a través de una alianza o coalición con En Marea. El 24,4 % restante -participó en torno a un 44 % del censo activo- prefería ir en solitario. Una u otra opción dejaba en evidencia que en ningún caso se aceptaría la integración de Podemos Galicia en un partido instrumental que supusiera su disolución en la comunidad.

Hecha la preceptiva consulta, el partido de Carmen Santos sigue su hoja de ruta, que es la celebración de unas primarias para elegir candidatos a parlamentarios y un cabeza de lista para presidir la Xunta, un recorrido que acabará el día 17, coincidiendo con la apertura de plazo para presentar candidaturas, que se cierra el 22.

La clave del problema planteado, que no estaba en el enunciado del mismo, es que los dos trenes han salido en vías paralelas, ya que el pasado fin de semana la marea lanzó su partido sin prever cómo enganchar a posibles socios en alianza que no quieran integrarse en él, como es el caso de Podemos Galicia. La decisión de las bases ha sido celebrada a título individual por todo el entorno de En Marea, que en los últimos días apretó en sus comparecencias públicas para apostar por la «unidade popular». Pero una vez superado el trance, toca negociar la fórmula concreta y los pesos específicos, y ahí es donde comienza otro problema que debe solucionarse antes del 12 de agosto, fecha en la que deben inscribirse las coaliciones electorales.

Los alcaldes de A Coruña, Santiago y Ferrol, portavoces de la coordinadora provisional de la marea, animaron en los últimos días a las bases de Podemos Galicia a sumar, pero el miércoles, ante el inevitable inicio de las negociaciones, comenzaron a poner peros y a hablar de «contradicións» y «dificultades», palabras utilizadas expresamente por Martiño Noriega, que fue más contenido que Xulio Ferreiro: «Non é unha boa noticia que o encaixe de Podemos Galicia se resolva con un pacto por arriba no último día», razonó el regidor coruñés. Bienvenidos a la confluencia, pareció decirles el líder de la Marea Atlántica a los de Podemos, para después recordarles que el sábado establecieron una «reglas claras», y que si los morados no se apean de su consulta y sus propias primarias, la marea tampoco va a renunciar a sus acuerdos, que incluyen la elección de un candidato único de consenso (Luis Villares), arropado por unos aspirantes a parlamentarios que salgan de una única lista elegida en primarias.

De momento, solo integración

En definitiva, que si Podemos Galicia y En Marea quieren unirse deberán situarse en la misma vía antes del 12 y, uno y otro, adaptar sus velocidades para conciliar sus intereses electorales. Ahora toca medir las fuerzas, y los alcaldes ya pusieron sus límites, que no líneas rojas. Si Podemos quiere, tiene vía libre para «integrarse en pé de igualdade». Una invitación envenenada que tan solo es un punto de partida, porque esa hipotética integración/absorción ya quedó descartada al formular la consulta. Las mareas tienen margen para hacer el encaje, aun sabiendo que tendrían que ceder un protagonismo a Podemos que es muy complicado de definir porque su peso electoral es difuso, pero también es cierto que la colocación de candidatos morados en las listas nunca ha sido un problema en las municipales o en las dos citas de las generales.

Menos margen de maniobra le ha quedado a Carmen Santos, que entregada a la negociación con el 75 % del respaldo de sus bases -era su apuesta personal- se encontrará con un problema si finalmente la marea le cierra la puerta, porque incumpliría el mandato de acudir en coalición.

Sin plan B

Carmen Santos admitió el miércoles que no tiene un plan B para esta eventualidad, pero se mostró tan convencida de que habrá acuerdo «cos seus irmás» de la marea que no parece ver obstáculos insalvables en una negociación en la que van a contar, y mucho, las afinidades personales. De hecho, la secretaria general de Podemos desveló que tras anunciar los resultados de la consulta llamó a Martiño Noriega, cuestión que este reconoció por la tarde. La sintonía política y la «lealdade» entre ambos es evidente y ese será probablemente el entorno negociador que, sin reconocerlo abiertamente, han abierto ambas partes. Unos y otros admitieron el miércoles que los plazos son cortos, pero precisamente esa falta de tiempo es la que obligará a los contendientes a ser ejecutivos y flexibles en sus límites, que a día de hoy son amplios.

Una reunión «estratéxica» en la que irrumpió el turista Iñaki Anasagasti

La anécdota de la intensa jornada política se produjo en O Toural, en Santiago, donde la coordinadora provisional se reunió por la tarde para valorar la decisión de las bases de Podemos y para seguir con su hoja de ruta paralela. Faltaban pocos minutos para iniciarse el encuentro cuando irrumpió en el local el veterano político vasco Iñaki Anasagasti, de turismo por Santiago, que quiso saludar afectuoso a Xosé Manuel Beiras. Su incursión fue tan inocente que solo tuvo tiempo para quejarse de las dificultades para sacar fotografías dentro de la Catedral. De esta forma, la política vasca se volvía a colar a su manera en la agenda gallega. Allí, por cierto, Podemos, que ya tiene candidata, está negociando la integración de otras fuerzas políticas para las que ya ha anunciado que no tendrá problema en hacer hueco en las listas.

Los críticos que querían ir en solitario creen que al menos se evita la disolución

La consulta de Podemos Galicia, incluso durante el período de votaciones, estuvo trufada de intervenciones más o menos agresivas para tratar de desequilibrar la balanza. Un sector de las bases de Podemos irrumpió poco antes de que comenzasen las votaciones en la formación morada para cargar a su vez contra el proceso puesto en marcha por los alcaldes de las mareas y, con la misma, posicionarse con la opción B de su consulta, que significaba acudir al 25S en solitario. Los críticos asumen una victoria de los que prefieren una coalición que «refuerza» a Carmen Santos ante los que optaban por la disolución de Podemos Galicia en las mareas, «algo inaudito», según un portavoz. También habló ayer Luca Chao, hasta hace unas semanas en la ejecutiva de Santos, que en otra línea bien distinta defiende, a pesar de la claridad de la consulta, que no se debe rechazar ninguna fórmula, incluso la de integrarse en un partido instrumental.