Feijoo erige a Touriño en un presidente «coherente», «cabal» y que dejó la política «cunha dignidade exemplar»

m. ch. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Imagen de archivo del 2009.
Imagen de archivo del 2009. XOÁN A. SOLER

Acto público de reconciliación entre quienes durante muchos años fueron duros adversarios en la presentación de un libro recopilatorio de los discursos pronunciados por el socialista en la Cámara

30 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Acto público de reconciliación entre quienes durante muchos años fueron duros adversarios: Alberto Núñez Feijoo y Emilio Pérez Touriño. Ambos coincidieron ayer en el Parlamento, en la presentación de un libro recopilatorio de los discursos pronunciados por el socialista en la Cámara durante su período al frente de la Xunta, en la legislatura 2005-2009. El actual jefe del Ejecutivo autonómico calificó allí a su predecesor de «socialdemócrata destacado» y «presidente coherente e cabal». «Abandonou o primeiro plano da política cunha dignidade exemplar», destacó también de él. «Os líderes -abundó- precisan de bos mestres e grandes rivais. Eu tiven a sorte de dar cun bo mestre, Fraga, e tamén cun gran rival, como foi o presidente Touriño».

En su intervención, el mandatario popular cargó también contra la política «grandilocuente e ás veces mesiánica». También Touriño hizo blanco en los populismos y abogó por pactar «entre todos» una «nova axenda reformista e rexeneradora» que dé respuesta a varios retos: la desigualdad social, la necesaria recuperación del proyecto europeo y los desafíos del soberanismo en España. Amén de resaltar los logros de su Gobierno, el ex secretario xeral del PSdeG esgrimió la «necesidade de recuperar o valor da política que une, que suma».

A este lo precedieron en el uso de la palabra el prologuista de la obra, el periodista Fernando Salgado, y el presidente del Parlamento, Miguel Santalices (PP). El primero subrayó: «Só pretendía [...] reivindicar que Touriño é un home cumpridor, de palabra». El segundo protagonizó la anécdota de la cita al arrancar su alocución saludando al alcalde de Santiago, Martiño Noriega (Compostela Aberta), quien no se encontraba en la sala. «A min dixéronme que ía vir», bromeó.