Beiras llama a repensar la alianza con Podemos si se convierte en un «cepo»

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO

GALICIA

El líder de Anova tensiona la marea y pide que se cree como partido instrumental

26 jul 2016 . Actualizado a las 01:02 h.

Las relaciones entre las cúpulas de la futura marea gallega son cada vez más tensas a apenas unos días de que el proyecto político celebre su asamblea constituyente en Vigo. El líder de Anova, Xosé Manuel Beiras, aprovechó ayer su intervención en el acto del 25 de julio para lanzar un recado a Esquerda Unida (EU) y a Podemos, sus dos socios en Madrid, y que no participaron junto a Anova en la conmemoración del Día da Patria pese a los intentos de Beiras de organizar un acto conjunto. En clara alusión a EU y a la formación de Pablo Iglesias, el veterano político advirtió de que el proyecto de una marea gallega deberá ser de adscripción individual, lo que conduce, a su juicio, a ir más allá de una mera coalición tripartita y, en consecuencia, lleva a crear la figura de un partido instrumental. 

«É indispensable que a asemblea do sábado se configure como ten que configurarse: respondendo a súa natureza máis peculiar, o núcleo de súa identidade: a cidadanía de a pé, con independencia de que estea adscrita ou non a un partido», dijo el político nacionalista. 

Mensaje claro 

El posicionamiento de Beiras, partidario de crear un instrumento político que dé cobijo a todos y diluya las marcas de los partidos, contraviene lo que defienden tanto Esquerda Unida como las bases de Podemos y su secretaria xeral, Carmen Santos, partidaria de alianzas que no supongan enterrar la marca de su partido. Un límite que están dispuestos a traspasar los críticos con la cúpula de Podemos Galicia, liderados por el diputado Toné Gómez Reino, quienes controlan el consejo autonómico, pero no las bases. La intervención de Beiras en el acto de Anova en Santiago sirvió también para evidenciar las tensas relaciones del veterano político con Podemos, sobre todo con la dirección de Madrid. Después de acusar hace unas semanas a la formación liderada por Pablo Iglesias del retroceso electoral de En Marea -hecho que atribuye al abandono de una concepción plurinacional del Estado-, Beiras lanzó ayer una advertencia a repensar su política de acuerdos, en clara alusión a lo ocurrido en las negociaciones para formar grupo en Madrid. 

«As alianzas a nivel de Estado son indispensables para poder catapultar a cuestión nacional e a cuestión social, aí onde está o centro de decisión aínda dominante na política institucional, que son as Cortes e o Goberno do Estado», dijo el líder de Anova. 

Sin embargo, aunque Beiras advirtió de que esas alianzas son indispensables para poder hacer a nivel de Estado lo que por ellos mismos no pueden llevar a cabo solos, apostó por repensarlas si se convierten en un «cepo» o si crean una situación de «servidume». 

Martiño Noriega, portavoz nacional de Anova, fue el único de los tres alcaldes que ahora impulsan el proyecto de la marea autonómica que participó en el acto de Beiras. Sí se dieron cita los diputados de En Marea Alexandra Fernández y Miguel Anxo Fernán Vello; mientras que las ausencias las protagonizaron la coordinadora nacional de Esquerda Unida, Yolanda Díaz, y el secretario de Organización, Rubén Pérez, que en el 2015 sí habían asistido, entre otros, al evento político organizado por Anova. 

Los escindidos del BNG 

Exportavoz parlamentario del Bloque, del que se dio de baja recientemente, Carlos Aymerich fue uno de los participantes en el acto de Anova y en el que ejerció incluso como orador antes que Beiras. El exdiputado nacionalista cargó contra el modelo de frente con un partido guía, en una clara alusión a la UPG, y abogó por crear el sábado 30 en Vigo un proyecto en el que convivan «nacionalistas e non nacionalistas». Junto a Aymerich en el acto de Anova estaban también Xesús Veiga y Marcos Besada, alcalde de Salceda de Caselas. 

El veterano político mantiene la ambigüedad sobre cuál será su rol en la candidatura 

Con las cúpulas de las mareas con el candidato de las autonómicas ya pactado - el magistrado Luis Villares- todos los focos apuntaban ayer a la intervención de Beiras. Pero el líder de Anova no hizo mención ninguna en su discurso al rol que desempeñará en el proyecto político llamado a tomar el relevo de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) en el Parlamento gallego. Fiel al argumento que ha defendido, y que pasa por postergar el debate de los nombres a la consolidación de los pilares de un proyecto colectivo, Beiras no dio pistas. Preguntado por los periodistas justo antes de iniciarse el acto de Anova, el veterano político volvió a decir lo de siempre, que no entrará en el juego de los medios y que ahora no toca. 

Del discurso de Beiras, sin embargo, se colige que aunque las cúpulas de las mareas hayan designado a Luis Villares como el mirlo blanco, no existe todavía un consenso entre Anova, Esquerda Unida, Podemos y las mareas en común. Los próximos días serán determinantes para esclarecer si el proyecto para configurar una marea autonómica llega a su asamblea constituyente del día 30 con un candidato de consenso definitivamente perfilado. 

Los escenarios 

Beiras y los suyos mantienen la ambigüedad a sabiendas que una renuncia pública del veterano líder a encabezar la candidatura a la Xunta podría perjudicar en las negociaciones a la pata nacionalista de la marea. Pero hay otros escenarios; en el supuesto de que las bases de Podemos apuesten por ir con su propia candidatura, una hipótesis que no es la más probable pero tampoco descabellada, Luis Villares no sería un candidato de consenso, y el proyecto político de la marea sería una reedición de AGE, aunque con matices. En ese caso, no habría otro candidato que Beiras.