El alcalde de Miño defiende su gestión y la oposición pide su dimisión
13 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Miño, uno de los referentes turísticos de A Coruña, se ha quedado sin las tres banderas azules que tenía concedidas por falta de socorristas. Después de tres convocatorias, la última el martes, solo lograron cuatro personas de salvamento, sin que el gobierno local logre justificar qué ha pasado y asegure que la responsabilidad de lo acontecido no es suya, aunque la oposición, el PSOE, pida que rueden cabezas por un hecho que vinculan con «incompetencia» y «dejadez».
«Todo se hizo en tiempo y forma», repitió en varias ocasiones el alcalde, Ricardo Sánchez, que aseguró que el haberse quedado sin los distintivos medioambientales «no implica que no hayamos hecho las cosas bien o las hayamos hecho fuera de término», matizó. Tiró de expediente para asegurar que empezaron en diciembre, que en mayo pidieron adelantar los trámites de la contratación sin tener asegurada la subvención autonómica, que se confirmó el 8 de junio, tras lo que pidieron al Inem el primer listado de aspirantes. De 33 socorristas, no lograron que a la primera prueba se presentaran más que nueve, que optaron por no hacer la segunda. En la siguiente convocatoria, finalmente pasaron las pruebas cuatro, pero solo tres decidieron incorporarse al trabajo. Y el martes se hizo una tercera convocatoria con la que solo quedó un socorrista más. «Los llamamos uno a uno», explicaba el alcalde, que cifró en 90 los socorristas con los que contactaron tirando de las listas del Inem.
A estas alturas solo una playa de Barreiros y las tres de Miño han perdido los emblemas de la Adeac, pero el regidor esgrimió que otros concellos también han tenido dificultades y aseguró que ellos ofrecen un salario similar al resto, pero que quizás el que lo hagan solo por dos meses hace a Miño menos atractivo. «El resto de los servicios que exige la bandera azul están cubiertos, todos los que dependen de nosotros están cubiertos debidamente, el que no depende de nosotros es el que no hemos podido resolver», indicó el regidor, aunque la primera semana de julio los baños no estaban abiertos y la limpieza de la playa Grande, que llevaba 30 años con el distintivo y es la que recibe más visitantes, mantenía las huellas del San Juan.
Ante esta situación, el PSOE, en la oposición, exigió la dimisión del alcalde, el teniente de alcalde, Jesús Veiga, y el concejal delegado, Agustín Andrés, a los que considera «incapaces e irresponsables, culpables enteramente de la pérdida de las tres banderas azules». Su portavoz, Manuel V. Faraldo, cree que «deberían pedir perdón por sus errores e irse» y vincula que no se haya logrado contratar a socorristas a las condiciones ofrecidas, un hecho que considera llamativo «cuanto tanto el alcalde como el teniente de alcalde se duplicaron los sueldos en cuanto firmaron el pacto» y compraron este año casetas para los chiringuitos de playa por 33.000 euros, que antes asumían los adjudicatarios.
Mientras, los bañistas continúan utilizando los arenales y cuestionaban que no se logren cubrir las plazas. «Venimos desde Astorga y creo que es segura, pero donde esté un socorrista...», comentaba David Alonso.