Feijoo: «Estiven nas duras e, se os galegos queren, quédome nas maduras»

M. Cheda SANTIAGO DE COMPOSTELA

GALICIA

Lavandeira jr. | Efe

El presidente de la Xunta aprovecha su última sesión de control de la legislatura para presumir de logros y hacer blanco en las crisis internas de una oposición que lo acusa de «ser un auténtico desastre para este país»

13 jul 2016 . Actualizado a las 13:25 h.

El presidente de la Xunta ha aprovechado esta mañana la, probablemente, última sesión de control de la legislatura 2012-2016 para reivindicar los méritos acumulados por su Gobierno desde el 2009 y para hacer blanco en las crisis internas de los partidos que conforman la oposición. En clave puramente electoral, Alberto Núñez Feijoo ha concluido sus intervenciones en el Parlamento proclamando: «Estiven nas duras e, se os galegos queren, quédome nas maduras». Desde las bancadas rivales, le han afeado el deterioro de la sanidad, el incremento de los suicidios y la pérdida de población, males que ha negado o de los que se ha desvinculado.

El mandatario popular ha hurgado en la herida de los enfrentamientos en el PSdeG y en En Marea. «O noso balance [de Goberno] admite opinións, por suposto. Aínda que non sei se tantas como hai no seu grupo parlamentario», ha afeado a la portavoz socialista, Patricia Vilán, en alusión a las disensiones entre los progresistas. «O tempo -ha dicho a la discutida líder del PSdeG en el hemiciclo- pon a cada un no seu sitio. [...] Non é moi difícil de prever o seu sitio no futuro, só ten que mirar a faciana dos seus compañeiros para prever cal é».

Se ha recreado igualmente Feijoo en las tensiones de la coalición conformada por Anova, Podemos y Esquerda Unida, que ha identificado con el germen de En Marea: AGE. Al viceportavoz de dicho grupo, Antón Sánchez, le ha reprochado el haber caído a tercera fuerza el 26J, el haber olvidado «os sorriros» y el haber cambiado la prometida «democracia interna» por las «purgas». «Dicían que as decisións había que tomalas nas prazas e agora as toman no despacho do señor Pablo Iglesias», ha apostillado, para acto seguido sentenciar: «Hoxe hai máis oportunidades a pesar da oposición e co pesar da oposición. [...] A vostedes gustaríalle que Galicia fose peor».

La mayor parte del tiempo restante lo ha consumido realizando un relatorio de los supuestos avances logrados por su Ejecutivo. «En termos xerais, Galicia está mellor que no 2009. Xa sei que non é unha situación óptima», ha admitido. En lo concreto, entre otros ejemplos, ha citado la reducción del paro, el incremento del empleo, la «mellora» de las prestaciones sanitarias hasta alcanzar los datos de listas de espera más positivos «dende que hai rexistros», el aumento de las plazas de comedor escolar, el lanzamiento de ayudas para fomentar la natalidad, diversas iniciativas de la nueva política social de su Gabinete, la creación del sistema de transporte metropolitano y el repunte del naval y de la automoción.

«Seguir vivindo no país das marabillas»

En el polo opuesto, amén de acusarlo de «seguir vivindo no país das marabillas», Vilán ha endosado a Feijoo las lagunas del Sergas. «Os recortes en sanidade páganse coa saúde das persoas. [...] A redistribución de recursos esa da que vostedes falan provocou a morte de varios doentes con hepatite C», le ha recriminado. «A súa herdanza -ha subrayado- vai ser que nos deixa unha severa hipoteca, prefire beneficiar ás empresas privadas antes que á sanidade pública».

Igualmente crítico con el presidente de la Xunta se ha mostrado Sánchez, quien ve en el proceder de este «un recital de soberbia, de prepotencia y de falta de respecto». Al tiempo, le ha recordado que, durante su estancia en Monte Pío, la comunidad ha perdido 80.000 habitantes, «un síntoma do fracaso das súas políticas, que non son capaces de darlle condicións de vida digna ás persoas». Y ha terminado: «É vostede un auténtico desastre para este país. Aquí sufrimos a crise e os seus gobernos».

También al ataque, desde el grupo mixto Consuelo Martínez ha relacionado directamente el incremento de los suicidios en Galicia con el «aumento da desigualdade, da precariedade e do desemprego». En este frente, ha acusado al «indolente» Ejecutivo de «mirar para outro lado» y «xogar coa vida das persoas».