Xosé Manuel Beiras: «Moita xente pídeme que me presente, outros que me bote ao río Sar»

M. Cheda SANTIAGO

GALICIA

Atlas

Reprende a sus socios de En Marea por urgir la elección de candidato a la Xunta

10 jul 2016 . Actualizado a las 01:54 h.

Xosé Manuel Beiras Torrado sigue mareando la perdiz. A sus 80 años, elude aclarar si quiere o no convertirse en el cabeza de cartel de En Marea para las autonómicas de octubre, como lo fue de AGE en las del 2012 y lo había sido del BNG en las del 2001, en las de 1997, en las de 1993, en las de 1989 y en las de 1985. «A min pídeme moita xente que me presente, tamén me piden que me bote ao río Sar», ironizó sobre su futuro durante una comparecencia ante la prensa. No hubo modo de sacarlo de ahí. ¿Se postula, se descarta..? «Non vou dicir palabras -despejó balones- que non quero pronunciar. [...] Non me obsesiono, porque eu non son o importante. Nos procesos os protagonistas son os cidadáns conscientes e non mesías, nin caudillos, nin caudillitos».

Sí se explayó sobre los tiempos apropiados para la elección de la figura del aspirante a desalojar a Feijoo del poder. Habló para exigir calma a sus socios dentro de la coalición. «¿Para que centellas vale un candidato se non ten exército nin alternativa? ¿Ou é que empezamos outra vez a casa polo tellado?», adujo. Criticó así, implícitamente, a otros dirigentes que han abogado por señalar ya, sin dejar pasar ni 20 días, al futuro referente: Yolanda Díaz (Esquerda Unida), Antón Gómez-Reino (Podemos), Xulio Ferreiro (Marea Atlántica)... De hecho, sin citar a nadie, dijo de ellos que mejor estarían callados. «Hai algúns cadros políticos aos que estaría ben poñerlles un candado na boca como a Papageno na Frauta Máxica», espetó.

Antes que el quién, el portavoz de Anova prefiere definir el qué y el cómo. Lo «primordial», a su juicio, radica en «reformular e ampliar rapidamente» En Marea, dotándola de unas «bases políticas que lle dean consistencia». No profundizó mucho en ese asunto, aunque dejó pistas de la estrategia que madura. Básicamente, quiere provocar nuevas escisiones en el Bloque para, con los restos del frente que logre atraer, aplicar una pátina nacionalistas a la coalición. No en vano, opina que En Marea se la pegó el 26J, entre otras cosas, por abandonar el discurso soberanista en favor de las tesis patrióticas de Pablo Iglesias.

En su cuaderno de potenciales fichajes, Beiras ya ha anotado algunos nombres y corrientes: Foro Galego, «organizacións aparentemente extinguidas dentro do BNG»... y los «aínda militantes» del Bloque que acaban de rubricar el Chamamento de Vidán, entre los cuales se encuentran el exportavoz Xavier Vence y las diputadas Tereixa Paz y Carme Adán. «Estamos en Galicia, non estamos en España», subrayó el espíritu de la jugada.

Entre sus pretensiones también figura la de arrinconar un tanto a la actual mesa coordinadora de En Marea, que Anova no controla, ciñendo su ámbito de actuación al Congreso. ¿Por qué? Para crear luego otro órgano, ya con las nuevas incorporaciones ansiadas, que pilote la conversión de la coalición tripartita en una alternativa diferente.

Beiras explicó todo eso tras presidir una reunión de la cúpula de su partido, que, «unanimemente», expresó «plena sintonía» con el manifiesto lanzado esta semana por los alcaldes de A Coruña, Santiago y Ferrol, un texto que, en medio de las pugnas internas, llama a la unidad.